Economía

Yellen promete más políticas expansivas como nueva presidenta de la Fed

La economista judía nacida en Nueva York será la primera mujer en dirigir el banco central norteamericano. Considerada una 'paloma' por su mayor interés en controlar el desempleo que en vigilar la inflación.

El Senado de EE.UU. confirmó este lunes a Janet Yellen como próxima presidenta de la Reserva Federal (Fed) en sustitución de Ben Bernanke, lo que la convertirá en la primera mujer de la historia del país en dirigir el banco central. Yellen, de 67 años y vicepresidenta de la Fed desde hace tres años, recibió el respaldo del Senado con 56 votos a favor y 26 en contra. Sustituirá a Bernanke al frente del banco central el próximo 31 de enero, cuando concluye el mandato de éste.

La economista, con dos décadas de carrera en la Reserva Federal, aseguró en su audiencia de confirmación que una de sus prioridades sería la reducción del desempleo, que se encuentra en el 7% según las últimas cifras disponibles, las de noviembre. En un comunicado, el presidente de EEUU, Barack Obama, destacó el compromiso de Yellen con el doble mandato de la Fed: mantener controlada la inflación y trabajar al mismo tiempo para abordar "el mayor reto" de la economía estadounidense, "reducir el desempleo y crear puestos de trabajo".

"Ella entiende que fomentar un sistema financiero estable ayudará a la economía en su conjunto y a proteger a los consumidores. Confío en que Janet luchará por los trabajadores estadounidenses, protegerá a los consumidores, potenciará la estabilidad de nuestro sistema financiero y ayudará a que nuestra economía siga creciendo en los próximos años", prosigue la declaración del presidente.

Políticas de estímulo

Con un perfil público más discreto que Bernanke, Yellen ha sido reivindicada por los sectores más liberales del partido demócrata, que valoran su espaldarazo a la agresiva política de estímulo lanzada por su antecesor para revitalizar la economía después de la aguda crisis financiera de 2008. Esa misma posición es la que critican republicanos como los senadores Ted Cruz, Marco Rubio o Charles Grassley, que votaron el lunes en contra de la confirmación de Yellen.

"Creo que (la Fed) ya está demasiado metida (en la economía)", argumentó Grassley antes de la votación, y mostró su preocupación por que el programa de compra de bonos "ahuyente a los inversores". En general, los senadores que se oponían a la nominaciónde Yellen argumentaron que las políticas expansivas de la Fed contribuyen a una pérdida de poder adquisitivo por el debilitamiento del dólar y a un recalentamiento de la economía.

Rebaja en la compra de bonos

No obstante, Bernanke anunció a mediados de diciembre el comienzo de una moderada rebaja del programa de compra de bonos y la toma de más medidas en la misma línea a medida que mejore el clima económico. Yellen se enfrentará ahora a la difícil tarea de determinar el ritmo idóneo de salida progresiva del estímulo, una nueva etapa para la Fed, que pese a las críticas que ha recibido ha sido esencial para evitar una crisis aún más profunda en la primera economía mundial.

Además de convertirse en la primera mujer al timón en la Fed en sus cien años de historia, la prestigiosa economista es además la primera nominada por un presidente demócrata para dirigir la institución desde que en 1979 el entonces presidente Jimmy Carter designara a Paul Volcker. La votación de Yellen ha sido retrasada varias veces desde que fuera nominada en octubre por Obama y respaldada poco después, en noviembre, por el Comité Bancario del Senado, debido a las reclamaciones de los legisladores de una mayor transparencia por parte de la Fed.

A finales de 2007 lo vio claro

Nacida en Brooklyn (Nueva York) en 1946, en el seno de una familia judía, la nueva presidenta de la Fed cuenta con una sobresaliente trayectoria profesional, coronada por su capacidad para prever una crisis que nadie parecía anticipar. La Fed deja cada cierto tiempo echar un ojo a sus deliberaciones internas, aunque sea con casi cinco años de retraso. Gracias a las transcripciones de las reuniones de su junta de gobernadores, publicadas a finales de 2012, se conocen las opiniones de sus miembros en los meses previos a la eclosión de la crisis financiera fruto del estallido de la burbuja inmobiliaria, y entre ellas sobresale la de Yellen debido a su acertado pesimismo.

"Las posibilidades de una contracción del crédito y la caída de la economía en recesión aparecen como demasiado reales", afirmó Yellen en diciembre de 2007, cuando era presidenta de la Reserva Federal de San Francisco, cargo que desempeñó desde 2004 hasta 2010, cuando pasó a ser vicepresidenta de la Fed. Frente a ella, el todopoderoso presidente de la Reserva Federal de Nueva York, William Dudley, indicó entonces que "el miedo había disminuido", y "el riesgo" de una crisis hipotecaria "había aminorado", postura defendida por la amplia mayoría de los miembros del banco central.

Es el primer presidente de la Fed nominado por un presidente demócrata desde que Jimmy Carter designara en 1979 a Paul Volcker

Meses después, el sistema financiero saltó por los aires, uno de los bancos de inversión más antiguos de EE.UU., Lehman Brothers, quebró y hubo que rescatar a gigantes como Citigroup o AIG con fondos federales. Ese acierto fue uno de los puntos de inflexión en la ya de por sí exitosa carrera de Yellen. Posteriormente, y tras ser ascendida a "número dos" del organismo, se convirtió en uno los principales respaldos en el seno de la Reserva Federal del actual presidente, Ben Bernanke, al poner en práctica el agresivo plan de estímulo monetario conocido como "relajación cuantitativa", consistente en la multimillonaria compra de bonos para impulsar la recuperación económica.

Precisamente, durante su audiencia de confirmación en el Senado en noviembre, Yellen reiteró su intención de continuar con el legado de Bernanke y mantener las expansivas políticas monetarias mientras la economía estadounidense no muestre una recuperación más consolidada. Es, además, considerada una "paloma" (lo que en la jerga de la Fed significa que está especialmente preocupada por el desempleo, frente a los "halcones", más concentrados en controlar la inflación), en un momento en el que el desempleo en EE.UU. sigue a niveles excepcionalmente altos, tras cerrar en un 7 % en noviembre.

Eminencia económica

La Fed obedece un doble mandato de fomento del pleno empleo y control de la estabilidad de precios, y los "halcones" critican que la política monetaria expansiva, por un excesivo énfasis en la lucha contra el desempleo de los últimos años, provoque un recalentamiento de la economía. La trayectoria profesional de Yellen está plagada de honores y reconocimientos, y el Nobel Joseph Stiglitz afirmó recientemente al expresar su respaldo a su candidatura frente a la del exsecretario del Tesoro Larry Summers, que había sido "una de las mejores alumnas" en su casi medio siglo de enseñanza.

Doctora cum laude en Economía por la Universidad de Brown en 1971, ha sido profesora en centros tan prestigiosos como Harvard, la London School of Economics y Berkeley, donde comenzó a dar clase en 1980 y que recientemente le otorgó el título de profesora emérita. Apasionada por la economía, vive rodeada de ella. Está casada con el Nobel de Economía y profesor de Berkeley, George Akerlof, con quien tiene un hijo, Robert, también profesor universitario en la Universidad de Warwick del Reino Unido.

Aparte de su trayectoria académica, ha desempeñado cargos en la Administración como presidenta del Consejo de Asesores Económicos de la Casa Blanca bajo el mandato de Bill Clinton entre 1997 y 1999, antes de su amplia experiencia en el seno de la Reserva Federal. Como colofón a esta extraordinaria carrera, Yellen recibió hoy su pase para ser la primera mujer en presidir la Reserva Federal, justo cuando el organismo acaba de celebrar su primer siglo de historia

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