Juan Roig encara su salida de la dirección del Instituto de Empresa Familiar (IEF), el potente lobby empresarial presidido desde el pasado mes de junio por Marc Puig, presidente y consejero delegado del grupo Puig.
El presidente y fundador de Mercadona ha alcanzado ya el límite de edad a partir del cual, según los estatutos de la asociación, supone la salida de la Junta Directiva. Desde el instituto se advierte que Roig en todo caso formará parte del consejo del organismo integrado por los empresarios que en alguna ocasión, como el mismo Roig, han sido presidentes del IEF.
Juan Roig, que cumplió la pasada semana 71 años, ha estado muy vinculado al IEF en las últimas dos décadas, y, aunque el empresario valenciano no es amigo de las intervenciones públicas y de entrevistas, sus apariciones en los congresos del instituto como ponente han sido de las más aplaudidas y las que más titulares han acaparado, incapaz en esos momentos de morderse la lengua.
Pedro Sánchez ha sido invitado a clausurar el congreso nacional que celebra este mes el IEF, pero todavía no ha confirmado su asistencia
La asociación se ha convertido en los últimos años en la única agrupación empresarial capaz de recoger el testigo dejado por el Consejo Empresarial para la Competitividad (CEC), la asociación empresarial liderada por César Alierta, Emilio Botín e Isidro Fainé, que entre los años 2011 y 2017 intermedió entre la gran empresa y los Gobiernos de turno.
Congreso virtual
El dueño de Mercadona abandona la dirección del instituto en un momento en el que las diferencias entre los empresarios que acuden cada año a sus congresos anuales y el Gobierno de Pedro Sánchez se han hecho latentes, y en el que la supervivencia de un buen número de empresas familiares españolas está amenazada por el impacto del coronavirus en su negocio.
El líder del PSOE ha buscado en los últimos tiempos de pandemia más el calor de los presidentes de las grandes compañías cotizadas españolas del Ibex que el apoyo de la empresa familiar, que representa el 60% del PIB español.
"Siempre hemos intentado colaborar con la Administración del Estado, tuviese el color político que tuviese", ha dicho Marc Puig
En 2018, en el congreso nacional del IEF celebrado en Valencia, Sánchez fue acogido con frialdad, todo lo contrario de la ovación con la que fue recibido en aquella edición el líder del PP, Pablo Casado. El pasado año Sánchez no acudió finalmente a la reunión nacional que el instituto celebró en Murcia, aunque su asistencia, sin confirmar, estaba prevista.
Este año, el IEF celebrará su XXIII Congreso Nacional los próximos días 26 y 27 de octubre, de forma virtual. El rey Felipe VI y Pablo Casado ya han confirmado su asistencia, también la vicepresidenta Nadia Calviño; no así Pedro Sánchez, quien ha sido invitado para clausurar el evento.
La nueva presidencia del IEF parece haberse propuesto reconducir la relación con el Gobierno. El instituto va a "dialogar con todos, porque es nuestro talante, y porque la situación demanda el máximo grado de colaboración público-privada", manifestó Marc Puig cuando accedió a la presidencia de la asociación el pasado mes de junio. "Siempre hemos intentado colaborar con la Administración del Estado, tuviese el color político que tuviese, con voluntad de contribuir a resolver los problemas del país, y en particular los que afectan a la empresa familiar, y lo seguiremos haciendo", aseguró.
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