Juan Carlos Escotet tomó posesión de Novagalicia a finales del pasado junio. Cambió la imagen, los colores, el tipo de letra y la marca de las sucursales para rebautizarla en Abanca. Acto seguido, dirigió el guiño al consejo. Les duplicó el sueldo. Un máximo anual de 100.000 euros por dietas y de 500.000 euros por salario. Es decir, un máximo conjunto de 600.000 euros, lo que supone duplicar el tope de 300.000 euros impuesto por el Gobierno a los consejeros y directivos de las entidades nacionalizadas, que era lo que cobraba el equipo de José María Castellano.
Apenas dos meses después del desembarco del grupo venezolano en una entidad que recibió más de 12.000 millones de dinero público para sobrevivir, la cúpula de la nueva Abanca acumula ya 1,7 millones entre compromisos por pensiones, seguros de vida y blindajes de salario como indemnización por cese o terminación de relación laboral. Así consta en la documentación del proyecto de fusión entre Novagalicia y Banco Etcheverría, que se votará en la Junta de Accionistas que se celebrará el próximo 6 de octubre. Una parte de estas cantidades se ha acumulado desde la creación de Novagalicia.
La cúpula que goza de estas condiciones está compuesta por 20 directivos, 8 de los cuales abandonaron la entidad a lo largo del primer semestre de 2014, explica la documentación. Es decir, José María Castellano y César González Bueno, ex presidente y consejero delegado de Novagalicia, están incluidos en este plan. En la actualidad, las personas que tienen derecho a compromisos por pensiones y seguros de vida se limitan a 12 directivos (11 miembros del comité de dirección más el consejero delegado Francisco Botas).
Sólo en este primer semestre, la Alta Dirección de Abanca ha acumulado 615.000 euros en derechos consolidados y provisiones matemáticas por las aportaciones de la entidad en materia de pensiones. Precisamente, a 30 de junio pasado, la alta dirección cuenta ya con unos compromisos por pensiones de 28.000 euros. La entidad aclara que los consejeros ejecutivos no han recibido ningún tipo de aportación ni durante el pasado ejercicio ni a lo largo del primer semestre de 2014.
Mientras, las primas pagadas por seguros de vida a favor de miembros de la alta dirección, del presidente y consejero ejecutivo (de naturaleza diferente a compromisos por pensiones) ascienden a 30 de junio hasta los 9.500 euros, siendo el capital asegurado por persona de 300.000 euros.
Junto a Juan Carlos Escotet (vicepresidente) y Javier Etcheverría (presidente), el nuevo consejo está formado por Francisco Botas, consejero delegado de Abanca y ex director general de NCG Banco desde marzo. Asimismo, han sido nombrados Raúl Baltar Estévez (Vigo, 1963), gerente general del Headquarter Banesco Grupo Financiero Internacional, en Panamá, desde abril; Pedro Raúl López Jácome (Lalín, 1959), fundador y CEO del Grupo MWM Securities-Miura Financial Services; y Carina Szpilka Lázaro (Buenos Aires, 1968), integrante desde 1998 del equipo que lanzó ING Direct en España y en el que permaneció hasta 2013. También forma parte del consejo de administración Miguel Ángel Capriles López (Caracas, 1963), que fue durante 15 años presidente del Consejo y consejero delegado del principal grupo de medios impresos de Venezuela, Cadena Capriles. Además, fue el responsable de las inversiones de la familia del principal opositor venezolano.
En cuanto a los blindajes, Juan Manuel Valiño (director de procesos y operaciones) cuenta con un blindaje de 549.000 euros, dos anualidades. Mientras, los únicos miembros de la alta dirección llegados con Escotet que cuentan con indemnización por cese o terminación de relación laboral son Pablo Triñanes (director general de riesgos y control corporativo) y Luis Beraza (responsable del negocio en España). El primero desembarcó en Abanca en mayo pasado . Cuenta con un blinaje de 192.000 euros, 0,8 veces su salario. Beraza, aterrizadoa finales del pasado junio, tiene derecho a percibir 375.000 euros, 1,5 veces su retribución anual.
La fusión contempla la absorción del Etcheverría por Novagalicia, pero el canje de acciones favorece a los accionistas del banco: 354 títulos de NCG por cada 1 del Etcheverría
Además de aprobar estos conceptor retributivos, los accionistas de Abanca votarán también la ecuación de canje proyectada por los nuevos gestores para la fusión entre Novagalicia y Etcheverría. Pese a que la operación se estructura mediante la absorción del Etcheverría por parte de NCG Banco, con extinción, vía disolución sin liquidación, de la primera y la transmisión en bloque de todo su patrimonio a la segunda, los accionistas del Etcheverría, además de la familia, el grupo venezolano Banesco, recibirán 354 acciones de NCG por cada 1 del banco gallego.
Según contiene la documentación, la nueva entidad repartirá dividendos a sus accionistas en cuanto las autoridades españoles apruebe la fusión. De esta manera, Escotet podrá recuperar ya en este ejercicio el 25% de los beneficios de Novagalicia, con lo que recuperará una parte significativo del primer pago efectuado al FROB en julio (313 millones) por la compra de la entidad. Hasta junio, las antiguas cajas habían logrado 440 millones de beneficios.
Junto al proyecto de integración se aprobarán también los estatutos de la nueva entidad, que llevará por nombre Abanca, y que como principales novedades incluye el traslado a Betanzos de la sede social, que incluso podría trasladarse al extranjero en el futuro; la posibilidad de que las juntas de accionistas se puedan celebrar hasta en seis ciudades diferentes; o que los consejos de administración se puedan realizar por videoconferencia. Con la absorción, la participación de la familia Etcheverría en el nuevo grupo quedará prácticamente reducida a cero.
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