El juez Santiago Pedraz, del Juzgado Central de Instrucción número cinco de la Audiencia Nacional, ha decretado el archivo las diligencias sobre la actuación de Alejandro García-Bragado en la investigación, abierta hace más de dos años, sobre el acuerdo de intercambio de activos firmado entre Caixabank y Criteria, a finales de 2015, y la compra del banco portugués BPI.
En un reciente auto, el magistrado indica que García-Bragado, que ha sido uno de los hombres fuertes de Isidro Fainé en el grupo Caixa, "estuvo al margen de la operación investigada, llegando incluso a votar en contra, por lo que no cabe apreciar delito alguno".
Contra el auto del juez Pedraz cabe recurso de reforma y apelación, aunque sobre el archivo de las actuaciones sobre el exconsejero de Caixabank han mostrado su conformidad el Ministerio Fiscal y la representación del banco.
García-Bragado votó en contra del último informe de Gobierno Corporativo de Caixabank
El juez José de la Mata, de la Audiencia Nacional, admitió a trámite querella presentada por dos accionistas minoritarios de Caixabank en octubre de 2018, una noticia que llegó a abrir el telediario de La 1 de TVE. Isidro Fainé y el actual consejero delegado de la nueva Caixabank tras la absorción de Bankia, Gonzalo Gortázar, se mantienen en el proceso como investigados.
La querella se dirigió contra la operación acordada a finales de 2015 por los consejos de Caixabank y Criteria, mediante la cual Caixabank transmitió a Criteria las participaciones que mantenía en el Bank of East Asia (el 17,3%), y el grupo mexicano Inbursa (9%). A cambio, Criteria recibió acciones de Caixabank (el 9,89%) y 678 millones de euros en efectivo.
También se denunciaban en esa misma querella supuestas irregularidades en la compra del banco portugués BPI, operación anunciada en abril de 2016.
Caixabank admitió en 2016 que el valor contable de acciones propias vendidas era de 2.013 millones, mientras que el importe recibido por la venta fue de 1.322 millones
En su informe financiero de 2016, Caixabank explica que el consejo de administración acordó llevar a cabo una venta de 585 millones de acciones, el 9,9% del capital social de la entidad, para reforzarse de cara a la OPA sobre el banco portugués BPI.
Se trataba de las mismas acciones que con anterioridad había adquirido a Criteria, y el banco señala que el precio por cada una de las acciones propias se fijó en 2,26 euros, "lo que supuso un descuento del 3,67% sobre la cotización de cierre de las acciones de Caixabank del día de la venta".
El grupo admitió en ese mismo informe financiero que el valor contable de las acciones propias vendidas ascendía a 2.013 millones de euros, mientras que el importe recibido por CaixaBank por la venta ascendió a 1.322 millones de euros.
La oposición de García-Bragado
De acuerdo a fuentes financieras consultadas por este diario, Alejandro García Bragado se opuso a la operación que ahora está siendo investigada en la Audiencia Nacional.
García-Bragado ha sido vicepresidente de la Fundación Bancaria La Caixa y de Criteria Caixa
García-Bragado ha sido vicepresidente de la Fundación Bancaria La Caixa y, hasta mediados del pasado año, ocupó la vicepresidencia de Criteria Caixa.
También ha sido miembro del consejo de administración de Caixabank, desde el año 2017 hasta su reciente salida de la entidad tras la absorción de Bankia, y ha formado parte de los consejos de administración de Colonial, Abertis o Agbar, entre otras grandes compañías.
El acuerdo entre Caixabank y Criteria de intercambio de activos firmado a finales de 2015 fue adoptado por los consejos de administración de ambas entidades.
García-Bragado se abstuvo de participar en esa votación que acordó la permuta como consejero de Caixabank, siendo entonces secretario no consejero del banco, al existir conflicto de interés (era también consejero de Criteria y miembro del patronato de la Fundación laCaixa).
Y además, explican las fuentes consultadas, como miembro del consejo de administración de Criteria Caixa, Alejandro García-Bragado votó en contra de la controvertida operación.
Como ha publicado este diario, García-Bragado votó en contra del informe de Gobierno Corporativo de Caixabank del pasado ejercicio, la primera vez que ocurre en la historia del banco.
Lo hizo por considerar que en dicho informe, la entidad no informó "de las visicitudes procesales que le afectan como consejero (...)". García-Bragado requirió que su posición en el proceso quedara diferenciada de la del resto de imputados, al haberse opuesto a la operación investigada. Postura que ha sido refrendada por el juez Santiago Pedraz en su auto de la pasada semana.
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