El juez Elpidio Silva echa un pulso a la Audiencia Provincial y admite una nueva causa contra el ex presidente de Caja Madrid, Miguel Blesa. La querella presentada por Manos Limpias acusa a Blesa de los mismos delitos por los que el juez ordenó su ingreso en prisión sin fianza antes de ser apartado de la instrucción del caso.
"Resulta imposible imaginarse el voto unánime sin presentar balances totalmente discordantes con la realidad", afirma la querella
Sin embargo, el magistrado ha utilizado una ambigüedad jurídica para mantener el ‘Caso Blesa’ en su sede. El juez maneja a la vez dos casos contra el ex presidente de la caja: los créditos que concedió al también ex presidente de la patronal, Gerardo Díaz Ferrán, y la compra del banco americano City National Bankshares of Florida. En esos dos caso, las tres salas de la Audiencia Provincial que las han revisado han emitido –según el escrito de la acusación—dictámenes diferentes sobre el valor de las pruebas presentadas. Por ese motivo, el magistrado considera que algunas de esas pruebas que ahora ha vuelto a presentar Manos Limpias siguen siendo válidas y, por tanto, que la causa sigue vigente.
Más allá del razonamiento jurídico, el gesto es un claro desafío al tribunal superior que le ordenó que abandonara la instrucción contra el ex banquero. También es un gesto de desdén hacia el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) que le amenazó con una querella por imponer una prisión sin fianza a Blesa si seguía adelante con la instrucción.
Blesa y otros afectados
El ex presidente de Caja Madrid no es el único afectado por la reedición querella. El escrito al que ha dado curso el juez afecta también a otros ex responsables de la caja de ahorros que
- Ildefonso Sánchez Barcoj
- Matías Amat
- Gonzalo Alcubilla
- Fernando Sobrini
- Juan Bartolomé Pásaro
- Luis Crespo García
- Rafael Sánchez Lozano
A ellos les imputa delitos de administración desleal y societario, falsedad en documento mercantil –según el escrito de denuncia—“porque resulta imposible imaginarse que para conseguir el voto unánime (…) sin presentar balances y memorias totalmente discordantes con la realidad, solvencia y oportunidad de la operación”.