"Había problemas", "hacían falta saneamientos", el informe fue "un Frankestein" y "los cálculos de PwC se quedaban cortos". Tras semanas de declaraciones en el juicio sobre la salida a bolsa de Bankia, este martes ha comparecido José Antonio Casaus, aquel inspector del Banco de España (BdE) que entre 2011 y 2012 escribió los correos electrónicos en los que se ponía en duda la viabilidad del grupo BFA. El testigo, como acostumbra, ha sido tajante y ha detallado el preludio de la fusión: "Caja Madrid y Bancaja tenían 16.000 millones de sanamientos no reconocidos".
Según ha declarado, un informe de AFI "que se quedaba muy corto", mientras que los cálculos de PwC encajaban más con lo que tenían en el Banco de España. "Se quedaban cortos, pero se acercaban más", ha agregado.
La fiscal ha preguntado al inspector por las valoraciones que se hicieron por parte del BdE sobre esas deficiencias. Casaus ha explicado que, a su juicio, todo era una "decisión estratégica", por lo que no perdió mucho tiempo en "analizar los numeritos que ponía" el informe.
El inspector ha insinuado que Bankia apostó por un "juego de equilibrios" con la intención de adelantar las provisiones contra patrimonio para no tener que hacerlo luego contra resultados. De no hacerlo, ha apuntado, "el banco se iba al garete".
"Se hizo lo que se puedo hacer, no lo que se tenía que hacer, dada cuenta de la situación de capital y de insolvencias de la entidad", ha zanjado.
Advertencias
Casaus ha indicado que desde el primer momento atisbó que la entidad bancaria estaba en aprietos. Según ha dicho ante el tribunal de la Audiencia Nacional, cuando llegó a Caja Madrid lo primero que hizo fue a mirar los informes antiguos. "Ya sabía donde estaban los principales problemas. Daba una sensación bastante clara de que hacían falta saneamientos", ha añadido.
Tras aquella revisión, al inspector le encargaron cambiar la perspectiva de una inspección cualitativa a una cuantitativa. Y, según ha asegurado, el conjunto de informes que realizó servían, a nivel analítico, "para decir 'Houston, tenemos un problema".
Casaus era partidario de sacar a bolsa el Grupo BFA-Bakia como una sola entidad. Alegaba el riesgo de pérdidas para los contribuyentes y accionistas, frente a la opción que finalmente se impuso. Ante las preguntas de la fiscal Carmen Launa, el inspector ha subrayado, "sin ánimos de justificar" lo sucedido, que aquella "no fue una época nada fácil ni para gestionar ni supervisar".
La publicación de sus correos dio un vuelco a la instrucción del caso y derivó en la imputación de las excúpulas del BdE y la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Posteriormente, el juez Fernando Abreu las apartó del procedimiento.
"Dije que no lo diría más... ¿o sí? Pero lo digo: este grupo NO ES VIABLE", llegó a decir en uno de los correos.
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