De tramitación exprés del impuesto a energéticas a parón, a la espera de que se aclare la tasa europea que prepara la Comisión Europea. Es el nuevo escenario en que se encuentra la proposición de ley que crea el impuesto a energéticas justo cuando este viernes se abre el plazo de enmiendas.
Las empresas energéticas tienen un alud de enmiendas que han estado preparando en agosto, al igual que las patronales y CEOE. Los papeles de trabajo de la Comisión Europea de hace un par de semanas ya desvelaban que el impuesto español se sitúa fuera de la contribución solidaria que ultimaba Bruselas, como avanzó Vozpópuli el sábado 10 de septiembre, lo que se confirmó la semana siguiente, justo cuando el Congreso dio luz verde a la tramitación de la proposición de ley que crea el impuesto español.
En concreto, la tasa comunitaria gravará al menos un 33% los beneficios extra de 2022 de todas las petroleras y gasistas, mientras que el impuesto español aplica un 1,2% sobre los ingresos de eléctricas, gasistas y petroleras en 2022 y 2023 con una cifra de negocio de más de 1.000 millones.
El Gobierno ha admitido que deberá cambiar el impuesto pero hay distintas posibilidades. Desde Hacienda se han intentado dar largas y plantear que es posible que se tramite tal cual y sólo se cambie cuando haya tasa europea, planteando incluso dudas a que ésta llegue a aprobarse.
Sin embargo, la propia María Jesús Montero, Teresa Ribera y Nadia Calviño han apuntado a cambios ya en las enmiendas en el Congreso, toda vez que la tasa de la UE también se prevé que entre en vigor el 1 de enero, como la española.
Pero ni el Gobierno a través de los Grupos Socialista y de Podemos ni las empresas tienen prisa ahora y están a la espera de la Cumbre de energía de la UE del 30 de septiembre, y de que se vayan cerrando los detalles del impuesto europeo. También se espera con mucho interés la Cumbre de Jefes de Estado de la UE el 6 y 7 de octubre en Praga.
"No esperamos que ningún grupo registre enmiendas parciales antes del 30 de septiembre", trasladan fuentes empresariales, lo que podría alargarse hasta el 7 de octubre.
En el mismo sentido se pronuncian fuentes parlamentarias, que trasladan que se van a apurar los plazos.
Enmiendas de sustitución
Pero lo primero que habrá que votar son las enmiendas de sustitución. Al ser una proposición de ley y no un proyecto que trae el Gobierno, no hay vetos o enmiendas a la totalidad, de devolución, el texto ya ha sido tomado en consideración por el Congreso. Lo que se va a debatir en quince días son enmiendas de sustitución, en las que los grupos pueden presentar un texto alternativo.
De momento, el PP ha advertido de que votará a favor de la proposición si el Gobierno incorpora el impuesto europeo y deja fuera de la proposición el impuesto a la banca.
El plazo de enmiendas parciales se abre también pero no se debatirán en todo caso hasta que se voten las de sustitución.
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