Miércoles, 3 de julio de 2024. Cae la tarde ardiente de la capital, cuando el coche oficial de la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, se detiene en la sede de la filial española del Banco Santander. Allí se celebra la clausura de la Asamblea Anual de Cepyme. Y en la puerta aguarda su presidente, Gerardo Cuerva, acompañado de otros líderes patronales. En el 'comité' de recepción hay dos ausencias notables: no hay ningún representante del Gobierno, ni tampoco está el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi.
Minutos después, ya en el auditorio, Cuerva presenta un durísimo manifiesto contra la "política persecutoria" de Pedro Sánchez, corononado con un sonoro "basta ya". Ayuso termina luego de caldear el ambiente con un encendido discurso a favor de los empresarios. El aplauso dispara los decibelios cuando les espeta: "Sois los héroes de la economía".
Desde que Sánchez se instaló en Moncloa, pocos líderes empresariales se habían despachado con tal dureza. Cuerva, que enfilaba entonces su último año de mandato en Cepyme, decidió poner el grito en el cielo contra los "ataques" constantes de Moncloa.
Aquella intervención marcó un antes y un después en la complicada relación que mantenía ya con Antonio Garamendi. En la sede de la calle Diego de León se interpretó que Cuerva estaba marcando su propia agenda, alejándose de la senda mucho más moderada por la que siempre ha transitado el presidente de CEOE. La suerte estaba echada para Cuerva: a la vuelta del verano, Garamendi anunció a su entorno de confianza que buscaba un relevo para presidir Cepyme.
No contaba, sin embargo, con que el líder de las pequeñas y medianas empresas le plantaría cara, hasta el extremo de plantearle un serio problema. Siete meses después del acto en el edificio del Santander, Cuerva ha abierto en canal la patronal, auspiciando unas eleciones en Cepyme que pretende convertir en un 'plebiscito' sobre la gestión de Garamendi.
En las urnas competirán dos modelos: el del presidente de CEOE, más templado, partidario de explorar al máximo las vías de acuerdo; y el del líder de Cepyme, que da voz a los muchos empresarios 'desconocidos' que abogan por elevar el tono contra el Gobierno. Ha habido otras elecciones reñidas en las patronales. El propio Garamendi a punto estuvo de arrebatarle el trono de CEOE a Juan Rosell, cuando presidía Cepyme. Pero pocos comicios se han desarrollado en un clima políltico tan convulso como el actual, con una coalición que ha apretado al máximo las tuercas a los empresarios. La irritación es más que palpable.
Gerardo Cuerva, en la Asamblea de Cepyme, con Isabel Díaz Ayuso en primera fila.
Cuerva ha dejado claro esta semana hasta dónde está dispuesto a llegar. Primero, denunció abiertamente presiones del entorno de Garamendi para embarrar la carrera electoral. Posteriormente, anunció un cambio estatutario de Cepyme para resgringir la delegación de votos en las asambleas electorales. La sospecha que vierte Cuerva es la siguiente: CEOE estaría presionando a líderes sectoriales y territoriales de Cepyme para inclinar la balanza en favor de su candidato, cuya indentidad aún se desconoce.
Cuerva presentó la iniciativa en el Comité Ejecutivo de Cepyme, compuesto por 29 miembros. La medida fue tumbada con 15 votos a favor y 11 en contra. Pero el presidente de la patronal decidió seguir adelante y llevó la propuesta a la Junta Directiva, que la respaldó con 64 votos a favor y 55 en contra. El matiz es que el reglamento interno contempla que, para materializar este paso, es necesario que el comité haga previamente la propuesta. Consciente de ello, Cepyme encargó previamente un informe jurídico para respaldar su decisión de modificar la norma, que debe ser aprobada en la Asamblea General. Ahora, CEOE debe decidir si pleitea o deja correr las aguas hasta el día de las elecciones.
El 'modus operandi' de Cuerva ha provocado la reacción en contra de algunos representantes patronales. Por ejemplo, Miguel Garrido, presidente de CEIM -y una de las voces más respetadas en la organización-, intervino en la junta para instar a Cuerva a respetar el procedimiento. Algunos empresarios también se están quejando a Cuerva en privado por su operativa. Tras la votación, recibió llamadas alertándole de que estaba haciendo "una barbaridad". "Más de un empresario le ha transmitido que no le estaba prestando su voto para ir por ese camino", aseguran fuentes próximas a la Junta. "Lo que no se puede es cambiar las normas al final del partido. Cuerva ha tenido seis años para hacerlo. Sus intenciones pueden ser legítimas, pero lo ha hecho de forma extemporánea", añade otra fuente de la cúpula de la patronal. Quienes critican su 'actitud' desde dentro aseguran también que ha olvidado el papel de Cepyme: "Es un órgano de CEOE y debe estar alineada con ella".
Los empresarios que respaldan a Cuerva, sin embargo, recuerdan dos datos. Uno: que sacara adelante su propuesta en la junta evidencia que tiene amplios apoyos entre el empresariado, "pese a las fuertes presiones que está habiendo". Y dos: esos apoyos demuestran que hay partido: "Claro que tiene posibilidades de ganar las elecciones en Cepyme". "Cuerva está intentando que se pueda ejercer el voto de forma libre y secreta igual que se hace en CEOE. Con su oposición, el Comité Ejecutivo de Cepyme está vulnerando el artículo 7 de la Constitución", aseguran fuentes próximas a la organización. "Garamendi está embarrando el terreno. porque ve que puede perder las próximas elecciones. La composición de la junta de Cepyme es similar a la de CEOE", añaden. Ese paralelismo implica que Garamendi podría toparse con dificultades para su reelección.
Los candidatos de Garamendi
A favor del empresario granadino juega el tiempo. Cuerva intentará convocar los comicios lo antes posible, en un intento de aprovechar la 'ola' de descontento y, sobre todo, que CEOE no cuenta aún con un candidato. Garamendi ha sondeado a distintos 'mandos' de la patronal. Sobre la mesa se ha puesto el nombre del presidente de ATA, Lorenzo Amor, con enorme tirón en las bases de autónomos y experiencia demostrada. También el de líderes de patronales como la andaluza (Javier González de Lara) o la valenciana (Salvador Navarro).
No ha habido éxito, por el momento. No es plato de buen gusto dar un paso al frente en un terreno ya enfangado, donde median buenas relaciones de amistad. Fuentes próximas a la cúpula apuntan otro nombre como posible candidato. Se trata de Fermín Albaladejo, presidente de la Confederación Española de Asociaciones de Jóvenes Empresarios (Ceaje).
La incógnita no tardará en desvelarse, básicamente, porque la intención de Cuerva es convocar las elecciones en menos de tres semanas e ir a las urnas antes del verano. En la 'campaña', el aspirante a renovar el cargo promoverá el debate sobre el papel que deben jugar los líderes patronales. Hay distintas 'corrientes', desde la profesionalización que ha promovido Garamendi, a la enorme garra con la que los más veteranos recuerdan a José María Cuevas, "que se pasaba el día peleándose con el Gobierno y los sindicatos".
Un hipotético triunfo de Cuerva sería incómodo para Garamendi. Y no sólo porque se vería obligado a convivir con un 'enemigo' en casa. También, o sobre todo, porque una mayoría de empresarios españoles estaría lanzando un mensaje a la cúpula de CEOE. Una invitación a virar el rumbo hacia el "basta ya" que entonó Cuerva en presencia de Ayuso, aquella tarde de julio en Madrid.
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fausto
22/02/2025 11:15
Pymes y multinacionales al choque. Es el capitalismo.
ses_
22/02/2025 12:20
Muchas gracias por el esclarecedor articulo
Jcuesta
22/02/2025 13:53
Es lo que pasa cuando se engaña a las empresas para ser amigo del déspota.
estebanmc
23/02/2025 07:14
Me resulta muy tedioso leer sobre la patronal, pero: A ver si se va a la m.... este señor.