El plan de choque para evitar desahucios durante los próximos seis meses que lanza este martes el Gobierno con motivo de la crisis generada por el coronavirus una línea de avales para la cobertura por cuenta del Estado de financiación a inquilinos por entidades bancarias a interés cero y una inversión pública extra de al menos 700 millones de euros en ayudas directas a los inquilinos para devolver los préstamos.
Estos últimos préstamos serán ayudas transitorias finalistas para pagar el alquiler que podrán ser devueltos por los inquilinos por un período de seis años que podría, "excepcionalmente", ser ampliado por otros cuatro años. Dichos préstamos podrán cubrir hasta seis mensualidades de la renta.
A ellos podrán acceder las personas que acrediten su vulnerabilidad: ERTEs, paro, reducción de jornada, autónomos que no lleguen al límite de tres veces el IPREM e inquilinos para los que la renta suponga el 35% o más de los ingresos.
Estos criterios podrían ampliarse a más colectivos en una Orden Ministerial que publicará próximamente el ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana.
700 millones en ayudas directas
El Gobierno además prevé una inyección económica en ayudas directas a los inquilinos que tengan problemas transitorios para atender al pago parcial o total del alquiler.
Del plan se desprende que estas ayudas irán dirigidas a los inquilinos de propietarios con menos de 10 viviendas.
Esa inyección sería de al menos 700 millones de euros extra en el presupuesto de ayudas para el alquiler (el presupuesto total ayudas previstas para todo 2020 y 2021), y de ellas podrán beneficiarse los colectivos que acrediten criterios de vulnerabilidad como los antes referidos.
Se proyecta que el número de inquilinos vulnerables pueda superar el millón.
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