El Gobierno ha dicho ‘no’ a la OPA por Talgo. Pero los interesados no se quedarán de brazos cruzados. Según informan fuentes conocedoras a Vozpópuli, el consorcio húngaro Ganz-MaVag está estudiando acciones legales en España y Europa para defender la legalidad de la oferta y los intereses del consorcio.
La empresa analiza los argumentos del Gobierno para abrir frentes judiciales en los diferentes estamentos. El consorcio cuenta con los servicios de tres de los principales bufetes españoles: Garrigues, Cuatrecasa y CMS Albiñana & Suárez de Lezo. Un asesoramiento jurídico que acompaña del trabajo del banco de inversión Lazard. Con ellos, prepará una defensa para salvar la operación.
El consorcio ve injusto los “riesgos para la seguridad nacional y el orden público” que asegura Moncloa para rechazar su OPA. Para el Gobierno, Talgo es una empresa estratégica dentro de un sector clave para la seguridad económica, la cohesión territorial y el desarrollo industrial de España.
La operación ha sido analizada con todo rigor previamente por la Junta de Inversiones Exteriores (JINVEX), órgano interministerial colegiado encargado de informar sobre cada operación, basándose en la información aportada por los ministerios y organismos relevantes.
Las operaciones sujetas a autorización son evaluadas para garantizar la protección de la seguridad, la salud o el orden público. “El Consejo de Ministros ha declarado la información contenida en este expediente como clasificada”, explica el Gobierno tras su anuncio.
MaVag se reservaba esta medida
El hombre detrás de la operación, el empresario András Tombor, ya aseguró en julio que si el Gobierno intentaba frenar su operación, su consorcio emprendería medidas legales. “Por supuesto que hay medios jurídicos, aunque por ahora no los contemplamos. La oferta es muy buena y ahora mismo no nos lo planteamos”, explicaba Tambor a un grupo de periodistas a principios de verano.
"El plazo para tener noticias es el 10 de agosto, y por supuesto las autoridades podrán preguntar cuestiones adicionales que ampliarán el plazo. Entendemos que el plazo se puede demorar porque el Gobierno querrá saber más, así que esperamos pacientemente sus cuestiones", explicó ayer en rueda de prensa.
Además, el empresario aseguró que no se ha reunido con el ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente. Tombor es un hombre cercano al primer ministro húngaro, Viktor Orbán, y su buena sintonía con Rusia levanta suspicacias en el Ejecutivo de Pedro Sánchez, con la invasión de Ucrania como telón de fondo.
Los inversores húngaros no entienden este riesgo al que alude el Gobierno. Para Ganz-MaVag, la simbiosis con Talgo es perfecta porque el fabricante español posee una muy buena tecnología (en especial la de sus trenes de ancho variable, que se adaptan a cualquier vía) mientras ellos cuentan con mucho potencial industrial para fortalecer la parte de fabricación.
¿Un aliado de Rusia?
El consorcio húngaro ofrecía 5 euros por acción por el 100% de Talgo, suponía valorar la compañía en 620 millones de euros. Magyar Vagon defendía su operación alegando que el precio ofrecido representaba una prima del 41,4% respecto a la media de la cotización de Talgo durante los seis meses anteriores a la presentación de la oferta.
El consorcio húngaro que quiere Talgo tiene a Corvinus, un fondo estatal húngaro, como dueño del 45%. Su oferta siempre estuvo bajo la lupa de Moncloa ya que Hungría entró en conflicto con la propia Unión Europea por su acercamiento a Rusia y su oposición a aceptar cuotas de refugiados
Por otro lado, el propio András Tombor fue asesor del Gobierno húngaro que también lideró Orbán como primer ministro entre 1998 y 2002. Por eso, la Junta de Inversiones Extranjeras ha argumentado razones de seguridad nacional.
Apoya TU periodismo independiente y crítico
Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación