El Alzheimer es una de las enfermedades más graves para la sociedad actual, con más de 46 millones de personas afectadas por demencia a nivel mundial, una cifra superior a la población de España. Según la Organización Mundial de la Salud, la tendencia es que para 2050, el número de enfermos ascienda a 130 millones de personas.
Es el gran desafío para la salud pública a nivel internacional y el último gran reto de la industria farmacéutica, que lleva más de 40 años intentando desarrollar un fármaco contra esta patología neurodegenerativa que cada vez afectará a más ciudadanos, a medida que envejezca la población.
Pero lo cierto es que investigar esta enfermedad es caro, costoso e increíblemente difícil, ya que implica un riesgo económico mucho mayor que el desarrollar un fármaco contra cualquier otra enfermedad.
De acuerdo con los últimos estudios disponibles, la tasa de fracaso en los ensayos clínicos de nuevos medicamentos contra el Alzheimer es de un 99,6%. Es decir, apenas uno de cada 100 nuevos fármacos que se testan obtienen resultados positivos, por lo que esta patología se ha convertido en el mayor quebradero de cabeza del sector.
Por esta razón, los grandes laboratorios investigan 20 veces más fármacos contra el cáncer que contra esta enfermedad
Menos popular que la oncología
Con el objetivo de hacer una comparativa, los medicamentos contra el cáncer - la patología a la que las farmacéuticas internacionales están destinando la mayor parte de sus recursos en I+D+i- tienen una tasa una tasa de éxito de un 20%. Sigue siendo ajustada, pero al menos proporciona cierto margen. Es por ello que los grandes laboratorios investigan 20 veces más fármacos contra el cáncer que contra esta enfermedad.
La realidad es que el riesgo sigue siendo demasiado grande para muchas farmacéuticas, a pesar de que, de obtener resultados positivos, podrían dar con uno de los medicamentos más vendidos de la historia, debido a su demanda.
Fracaso de Biogen
Hace apenas unos meses, el laboratorio norteamericano Biogen anunciaba que paralizaba la investigación de su molécula aducanumab, debido a que los resultados en los ensayos con pacientes no habían dado la talla.
Se trataba del tratamiento contra el Alzheimer cuya investigación había logrado avanzar más en años. Sólo durante ese día, la compañía perdió más de 18.000 millones de euros en valor.
Biogen, junto a Eisai, su socio japonés en la investigación, aclararon que la decisión había tenido nada que ver con que se hubieran detectado efectos secundarios o posibles peligros con la salud humana. No obstante, los analistas comenzaron enseguida a reducir enormemente las perspectivas de crecimiento de la empresa, que había invertido millones de dólares y años en este nuevo fármaco.
Oryzon Genomics se lanza
En España, la biotecnológica Oryzon Genomics, con sede en Barcelona, ha ampliado su capital en numerosas ocasiones en los últimos años para poder financiar la investigación paralela de su molécula vafidemstat como tratamiento genético contra el Alzheimer moderado. Sólo durante 2018, más del 75% de sus inversiones estuvieron destinadas a este fin.
Para ello, tuvo que llevar a cabo una ampliación de capital de unos 20 millones de euros, con el objetivo de obtener más recursos, lo que le deparó grandes pérdidas en Bolsa.
No obstante, por el momento la ‘biotech’ que lidera la búsqueda, ya que el año pasado se convirtió en una de las primera empresas en llevar a cabo ensayos clínicos de fase IIa -o lo que es lo mismo, ensayos con pacientes humanos- para su fármaco vafidemstat.
Hace apenas una semana, presentaron en una conferencia en Los Ángeles los resultados de dichos ensayos, denominados como ETHERAL, y para los que habían recibido previamente 1,5 millones de dólares por parte de la asociación norteamericana Alzheimer Drug Discovery Foundation (ADDF).
60 millones de euros al día
El coste global en España de tratar a los los afectados por esta enfermedad es de unos 60 millones de euros al año, lo que supone un coste total anual de 20.800 millones de euros y unos. 24.184 euros por persona afectada al año Todo ello sin tener en cuenta los costes sociales que el Alzheimer implica tanto para los afectados como para su entorno.
Lo cierto es que la cura para esta enfermedad todavía parece muy lejana. No obstante, de encontrarse, reportará inmensos beneficios a su descubridor, lo que debería suponer un buen motivo para las 'farmas' para ponerse manos a la obra a pesar de los riesgos.
Los analistas del sector calculan que el valor de dicho tratamiento se situaría en más de 9.000 millones de euros. Una carrera en la que Oryzon compite con gigante del sector como Johnsson & Johnsson, Novartis, Takeda o incluso la también catalana Grifols.
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