La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, ha destacado que el endurecimiento de la política monetaria está logrando avances, aunque ha advertido de que "la lucha contra la inflación aún no está ganada".
En el entorno actual, para el BCE esto significa fijar los tipos de interés en niveles suficientemente restrictivos "durante el tiempo que sea necesario" para lograr un retorno oportuno de la inflación al objetivo a medio plazo del 2%, ha subrayado en un discurso pronunciado este viernes en el foro que organiza la Reserva Federal de Kansas City en Jackson Hole.
En este sentido, la francesa ha apuntado la posibilidad de que estemos entrando en una era de cambios en las relaciones económicas, lo que para los responsables monetarios con un mandato de estabilidad plantea un desafío importante.
De tal modo, y dado que las políticas de los bancos centrales operan con retrasos, no puede esperarse a que los parámetros del nuevo entorno queden completamente claros antes de actuar, aunque los efectos de las decisiones adoptadas sólo se comprenderán realmente después de su implementación.
La estabilidad de los precios, fundamental
En tal escenario, para Lagarde es importante la claridad para establecer el papel adecuado de la política monetaria, asumiendo que la estabilidad de precios es un pilar fundamental de un entorno favorable a la inversión, por lo que "la política monetaria no debería convertirse en sí misma en una fuente de incertidumbre".
Esto será crucial para mantener firmemente ancladas las expectativas de inflación incluso cuando haya desviaciones temporales de nuestra meta, como puede ser el caso en una economía más propensa a sacudidas, ha defendido la presidenta del BCE, añadiendo la importancia de mantener la confianza pública en que, incluso en un entorno nuevo, no se pierde de vista el objetivo. "Debemos y mantendremos la inflación en el 2% a medio plazo", ha asegurado.
"No existe un manual preexistente para la situación que enfrentamos hoy, por lo que nuestra tarea es elaborar uno nuevo", ha afirmado Lagarde.
De este modo, para la francesa la formulación de políticas en una era de cambios y rupturas requiere de una mente abierta y de la voluntad de ajustar los marcos analíticos en tiempo real a los nuevos desarrollos al tiempo que los bancos centrales proporcionen un ancla para la economía y garantizan la estabilidad de precios de acuerdo con sus respectivos mandatos.
"Y de cara al futuro debemos seguir siendo claros en nuestros objetivos, flexibles en nuestro análisis y humildes en la forma de comunicarnos", ha concluido.
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