"Era serio y se ha cansado", resume un empresario del entorno blaugrana sobre Ferran Reverter. "Ha 'tragado' con demasiadas decisiones que no compartía", apunta un exdirectivo. El todavía director ejecutivo del Barcelona ha presentado su renuncia tras siete meses con diferentes desencuentros con Joan Laporta. Las fuentes consultadas por este diario coinciden en dar cuenta de un choque de gallos, de personalidades fuertes con estilos opuestos. El presidencial y paternalista del abogado Laporta frente al empresarial de disciplina germánica de Reverter, con derivadas para el porvenir del club.
La confección del equipo directivo, con la última palabra siempre para Laporta, fue motivo ya de erosión entre ambos. El nombramiento de un amigo del presidente y expolítico por ERC, Jordi Portabella, para el área de sostenibilidad -que trabaja codo con codo con Reverter-, o el de su hermana, Maite Laporta, para gestionar una sección de nueva creación, la de diversidad e inclusión, empezaron a minar la paciencia del director ejecutivo, proclive a procesos de selección más sofisticados. La relación del exejecutivo de la alemana MediaMarkt con el área deportiva del Barça, supervisada por otro amigo -de la infancia- del presidente y parte de su núcleo durante durante su anterior etapa, Rafael Yuste, se habría desgastado con rapidez.
La letra pequeña del acuerdo con Spotify, todavía pendiente de firma definitiva, ha sido el último frente entre Laporta y su economista estrella. Sobre todo, por la forma en la que se habrían llevado adelante las conversaciones, con una comunicación cada vez más escueta entre el presidente y su director ejecutivo, responsable de iniciar las negociaciones. Las cifras del acuerdo oscilan entre unos 60 y 95 millones de euros anuales a cambio del patrocinio principal de las divisiones de fútbol masculino y femenino, entrenamientos y el nombre de la marca junto a la del Camp Nou. Aunque rimbombantes, los números son previsibles -el Real Madrid recibe entre 50 y 70 millones de Emirates ya desde 2017 por la camiseta del primer equipo masculino sin ceder la marca del Bernabéu-, y no habrían acabado de convencer al propio Reverter cuando Laporta tomó la decisión de avanzar.
Directivos de la empresa sueca estuvieron en el mismo Camp Nou el pasado domingo con motivo del duelo entre el Barça y el Atlético de Madrid. Las argumentos con los que trabaja la Junta de Laporta pasan por la necesidad de captar dinero rápido sin hipotecarse demasiado, lo que explica que el contrato tenga en principio una duración de solo tres años -indexados a las obras del Camp Nou, frente a los entre cinco y diez que se estilan para este tipo de patrocinios-. La letra pequeña a favor de Spotify más allá del contrato inicial y la existencia de otras alternativas de patrocinio más agradables para Reverter en lo estrictamente financiero han tensado más la cuerda entre el CEO y el presidente, que habría empezado a actuar con la unilateralidad que se le achacó en su primera etapa (entre 2003 y 2010).
Laporta aprieta para fichar
Esa búsqueda un tanto acelerada y a veces contradictoria de dinero está marcada por las prisas y la discrecionalidad a la hora de reforzar la plantilla. El fútbol (o el reivindicado conocimiento de él, jugadores y sus agentes) sobre la empresa, algo que parece haberse intensificado desde que el equipo quedó fuera de la Champions en fase de grupos y Laporta consiguió asegurarse, cambio legal del Gobierno de por medio, de que su junta no tendrá que avalar con su patrimonio personal las pérdidas del club. Antes de que todo esto sucediera, José Elías, el principal avalista, advertía de que el Barça tendría que esperar al menos dos años para tener las garantías económicas suficientes para labrar un equipo competitivo en Europa.
Fuentes conocedoras apuntan a que Reverter no encajó del todo bien la política de fichajes que consumó Laporta el último mercado invernal, en el que el club asumió el compromiso de pagar hasta 65 millones de euros para arrebatar a Ferran Torres al Manchester City de un viejo conocido (con vaivenes) del presidente, Ferran Soriano. En las últimas semanas parece haber cobrado mayor peso la figura del director de fútbol antes en el Valencia y expresidente del Mallorca, el abogado Mateu Alemany, a quien se atribuye un rol clave en la contratación del joven delantero valenciano.
Sin experiencia previa en el fútbol, Reverter se va con la percepción detrás de sí de haber impulsado la salida de Lionel Messi del Barcelona y otras medidas de ajuste salarial en la plantilla para preservar su sostenibilidad financiera; de haber defendido la Superliga de Florentino Pérez contra la UEFA como herramienta frente a los "clubes Estado" y de haber liderado las conversaciones con el banco de inversiones Goldman Sachs para negociar la refinanciación del club y del Espai Barça. El director ejecutivo defendió un plan de negocio que apuntaba a beneficios por cinco millones de euros al cabo ya de esta temporada por los 481 millones de pérdidas declarados al cierre de la anterior.
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