Economía

Las ocho fórmulas 'mágicas' de Bruselas para solucionar la crisis energética

Los informes preliminares de los técnicos de la Comisión Europea manejan diferentes palancas para abordar el problema de precios eléctricos y de suministro que se avecina este invierno

Este viernes, los ministros de Energía de la Unión Europea se reúnen de forma extraordinaria en Praga. El objetivo es establecer una solución conjunta tanto a la crisis de precios energéticos como a los problemas de suministros que Rusia deje de enviar gas a los países miembros. Los técnicos de la Bruselas han preparado un informe, al que ha tenido acceso Vozpópuli, con ocho alternativas que, sin duda, marcarán este encuentro.

La primera medida que ofrecen desde Bruselas es una reducción coordinada de la demanda de electricidad. Los técnicos consideran que esta opción se puede ser tanto recomendación como obligación para los países miembros. El objetivo es recortar la demanda global y recortar los grandes consumos de electricidad en horas punta. Una vía que recomiendan que se produzca conociendo a qué consumidores se les puede ofrecer detener o cambiar el consumo de los momentos de máxima demanda. También plantea crear objetivos de reducción de la demanda para grandes consumidores.

La segunda propuesta de los expertos de la Comisión Europea consiste en limitar el precio de la electricidad de las tecnologías inframarginales. Como por ejemplo, la que se obtiene con las energías renovables, en ciertos tipos de energía hidroeléctrica o nuclear. Su iniciativa se basa en garantizar que estos generadores no obtengan ingresos "significativamente" superiores a sus costes. Los denominados "beneficios caídos del cielo". Un ajuste que aparecería tras la liquidación de la subasta del mercado diario de la electricidad.

"Una de las principales ventajas del tope a los ingresos inframarginales mencionado anteriormente sería proporcionar a los estados miembros ingresos adicionales para financiar medidas que reduzcan directamente las tarifas para consumidores", explican desde Bruselas. El informe apunta a estas dos medidas como las más recomendables para ponerlas en marcha de inmediato.

Vías de riesgo para Bruselas

Los técnicos de Bruselas ponen encima de la mesa una selección de medidas que, aunque las hayan valorado y las planteen en su informe, no las recomiendan. Una de ellas es una suspensión total del mercado. Esta opción supondría una suspensión total de los mercados mayoristas de electricidad de todos los países miembros. Esta salida urgente vendría acompañada del cierre de las interconexiones con países como Suiza o Reino Unido.

Los generadores de electricidad quedaría en manos de su operador del sistema eléctrico, como es en España el caso de Red Eléctrica, y los costes de generación sería compensados con posterioridad. "Se desaconseja encarecidamente esta opción, ya que conlleva riesgos muy graves para la seguridad del suministro, detiene por completo el mercado interior de la electricidad y perjudica los esfuerzos de descarbonización", afirman los técnicos.

Una cuarta alternativa que ponen encima de la mesa es un tope total al precio mayorista de la electricidad. Una salida a los altos precios de la electricidad que constaría de limitar los precios de la electricidad en el mercado con la prohibición de ofertas de venta de electricidad por encima de un nivel predefinido. Una solución que los técnicos de Bruselas piden que también se descarte. "Como muestra el ejemplo de Australia, un tope de precio de este estilo puede conducir a un retiro inesperado de la capacidad y al riesgo de un apagón", recuerdan.

Ni el mecanismo ibérico ni el griego

Los expertos de Bruselas tampoco consideran que el mecanismo ibérico de topar el precio del gas y el carbón que produce electricidad sea el más conveniente para Europea. El principal motivo es que dispararía el consumo de gas en plena senda de ahorro de esta materia prima y que tendría un coste en "subsidios", según lo definen, que rondaría los 209.000 millones de euros.

La 'vía griega' se ha valorado como fórmula para salir de la crisis energética. Grecia apuesta por una regulación que exija cobrar los costes de generación más margen para todos los generadores de electricidad. Los precios regulados difieren según la tecnología y los ingresos que recupera el Estado se utiliza para dar apoyo financiero a los hogares. "No recomendamos esta opción porque eliminaría por completo la competencia entre diferentes tecnologías de generación, remuneraría a los generadores por operaciones ineficientes y desincentivaría las inversiones en nuevas tecnologías más rentables", valoran en su informe.

Su séptima fórmula es subvencionar los costes de los derechos de emisiones para que no afecte en el precio. Una alternativa que no recomiendan porque aumentaría la demanda y las emisiones de CO2. La última medida que han incluido en su informe es una obligación de introducir precios limitados para algunos consumidores durante el período actual de precios de la energía altos y volátiles. Una octava solución que los técnicos de Bruselas tampoco comparten por considerar que dispararía el consumo y podría aumentar los problemas de suministro.

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