Las pantallas táctiles no van a desaparecer en el corto plazo, pero la innovación no conoce límites y ya hay quien investiga la posibilidad de controlar determinadas funciones del teléfono mediante gestos, sin pasar por posar los dedos sobre la pantalla.
Es el caso del LG G8s ThinQ presentado recientemente por el fabricante coreano. Un teléfono que quiere competir en la gama alta con un elemento, el de el control gestual, que está por ver si pasa de largo o llega para quedarse.
Lo cierto es que, en determinadas situaciones, es una posibilidad interesante. Estas se circunscriben básicamente a aquellas momentos en los que, por el motivo que sea -por ejemplo tener las manos manchadas o mojadas-, no es recomendable usar el teléfono móvil con los dedos.
Aunque de momento no es una función imprescindible, es un paso. Hay mucho aún que depurar -precisión en el reconocimiento, usabilidad, ampliación de funciones...- pero hay que reconocer que con un buen desarrollo el manejo por gestos puede ser una opción de obligada integración en los teléfonos móviles
De esta forma, LG ha integrado en el terminal que nos ocupa un sensor de tipo Time of Flight (ToF) que permite habilitar funciones mediante movimientos de la mano. Además, también es posible desbloquear el dispositivo con la mano, sin tocar la pantalla -previo registro de la palma-.
Este tipo de desbloqueo se agradece en casos en los que necesitemos hacer uso del control por gestos -por ejemplo mientras cocinamos, con las manos manchadas-, ya que se puede habilitar el terminal sin tocar la pantalla.
Funciones que se pueden controlar
Entre las funciones que se pueden controlar de forma gestual están, básicamente, las llamadas y alarmas, además de la reproducción multimedia. También se pueden realizar capturas de pantalla 'pellizcando' el aire frente a la pantalla.
Para controlar, por ejemplo, el volumen de un vídeo de Youtube -antes hay que abrir la app de la forma tradicional-, bastaría con acercar la palma de la mano a unos 15 o 20 centímetros de la pantalla del terminal. En el momento en el que se active la función Air Motion, que así la ha denominado LG, se iluminará una pequeña franja multicolor en la parte alta de la pantalla. Los gestos que realicemos con la mano frente a la pantalla tendrán a partir de ahora una consecuencia.
Para subir el volumen, por ejemplo, hay que colocar la mano frente al teléfono como si fuese una una garra y girarla a derecha o izquierda -subir bajar- como si manejásemos el clásico botón circular de las antiguas cadenas musicales.
Aunque de momento no es una función imprescindible, es un paso. Hay mucho aún que depurar -precisión en el reconocimiento, usabilidad, ampliación de funciones...- pero hay que reconocer que con un buen desarrollo el manejo por gestos puede ser una opción de obligada integración en los teléfonos móviles.
Samsung Note 10+
La firma coreana se ha subido también al carro de los teléfonos que permiten controlar determinadas funciones sin necesidad de tocar la pantalla.
Una facultad integrada en su último lanzamiento, el Samsung Note 10+, aunque en este caso, los gestos no se realizan con la mano.
El fabricante ha dotado de capacidades gestuales a su lápiz óptico, integrado dentro del dispositivo. Con él en la mano, el usuario sólo tiene que moverlo hacia arriba o hacia abajo, de derecha a izquierda o en círculos, para que el teléfono realice acciones sin interactuar con la pantalla. De momento, permite sólo el control en determinados casos, como es la reproducción de música (pausar, pasar de canción...) o la cámara (cambiar la principal por la de selfies, por ejemplo).
Apoya TU periodismo independiente y crítico
Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación