Liberbank mete quinta y pisa el acelerador para deshacerse del mayor número de activos improductivos posible. El grupo liderado por Manuel Menéndez ha sacado pecho de sus logros tras la presentación de resultados y dobla su apuesta para los próximos dos años.
Quiere reducir su tasa de mora hasta el 3% en 2019, lo que supone medio punto menos de lo que estimaban hace un año y un 1,9% menos de lo que han logrado este año y al 2,5% en 2020.
De conseguir esta cifra se situaría en niveles a los que por el momento sólo ha llegado Bankinter. El sector se mueve en el entorno del 5%. También prevé reducir el ratio de NPA (activos improductivos) hasta el 8%, frente al 9% que apuntaban en 2017 para el ejercicio de 2019.
Este optimismo viene por las buenas cifras que arrojaron en el 2018, tras mejorar su plan gracias a la venta de grandes carteras, su estructura de venta a minoristas, el negocio del alquiler y por la mejora económica de el país. Y es precisamente por este camino por el que planea seguir Liberbank, aunque por el momento descartan la venta de una gran cartera como la de Bain por 600 millones que se firmó el pasado año.
La mora se situó en 2018 en el 4,94%. La salida de adjudicados superó los 900 millones de euros, y la ratio de activos improductivos bajó del 12,5%. Las coberturas se reforzaron hasta alcanzar el 51% y las formalizaciones de nuevos créditos alcanzaron los 6.075 millones de euros, un 38,2%, superiores al ejercicio anterior.
El plan
La mora planean reducirla gracias a que ha bajado significativamente el número de activos impagados y por el crecimiento de la cartera viva de crédito, que crece al ritmo del 9%. De los niveles más altos del sector. Cabe destacar que Unicaja, según los datos del tercer trimestre, está en proceso de desapalancamiento, por lo que en esta parte la entidad cántabra podría ser de bastante ayuda en una posible fusión.
Lo cierto es que estas cifras le vienen bien muy bien a Liberbank para seguir en solitario, pero también ayuda de cara a la due dilligence en la que se encuentra ahora con Unicaja, ante la posible fusión de ambas entidades.
Liberbank fue una de las entidades que más tardó en empezar a desaguar sus activos adjudicados y en mora, llegando a estar en niveles del 22% a cierre del 2016.
Por aquel entonces el equipo directivo tuvo que crear un plan para convencer al mercado de que se trataba de una entidad fiable. Esa estrategia se basó en la desinversión mediante grandes carteras y la venta de su servicer, que ahora gestiona Haya.
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