La liquidez de emergencia (ELA, por sus siglas en inglés) por importe de 9.500 millones de euros que el Banco de España estaba dispuesto a conceder a Banco Popular hubiesen permitido al banco mantenerse a flote algo más de una una semana, según los cálculos que hizo la propia entidad, a los que ha tenido acceso Vozpópuli.
En la carta que el entonces consejero delegado de Popular, Ignacio Sánchez-Asiaín, remite al supervisor el 5 de junio para ampliar el ELA de los 1.900 millones iniciales a un total de 9.500 millones, se incluye un cuadro con las previsiones de liquidez del banco en diversos escenarios. En el escenario base, la entidad tenía previsto perder 7.454 millones en depósitos hasta el 16 de junio, mientras que en el adverso la fuga ascendía a 11.694 millones.
Popular contaba con obtener en el mercado entre 669 y 964 millones de euros, que junto a los 9.500 millones en liquidez del Banco de España, le hubieran dado el oxígeno necesario para aguantar vivo unos días más. No obstante, las dificultades para formalizar las garantías que le daban acceso al ELA precipitaron la caída del banco.
En cualquier caso, según un informe confidencial del Banco de España, Popular contaba el 6 de junio, cuando fue resuelto, con un colchón de liquidez de 600 millones que le hubiera permitido abrir sus ventanillas al día siguiente y comenzar a operar a la espera de recibir más dinero del supervisor, ya que solo dio tiempo a que la entidad recibiese 3.800 millones de los 9.500 millones que estaba dispuesto a conceder el Banco de España.
Gran incertidumbre
En la misiva remitida al Banco de España para la solicitud del ELA, Sánchez-Asiaín atribuye la fuga de depósitos a los resultados anuales, con pérdidas por encima de lo previsto, a la posterior reexpresión de las cuentas y a lo acontecido en la Junta de Accionistas del banco, cuando Emilio Saracho aseguró que la única salida que tenía el banco era una venta o la ampliación de capital.
También a las sucesivas rebajas de rating que aplicaron al banco las distintas agencias internacionales, a la evolución de la acción, que se había desplomado, y a la repercusión que todos estos acontecimientos tenían en los medios de comunicación.
A esto se unía una situación de "máxima incertidumbre" respecto al banco, como relata en la carta el directivo, que, en tan solo unas horas, se vio obligado a ampliar de 1.900 a 9.500 millones la liquidez requerida al Banco de España.
Intereses de 198M.
Finalmente el Popular fue resuelto en la noche del 6 al 7 de junio y vendido a Santander al precio simbólico de un euro. Una vez en manos del banco cántabro, que inyectó 13.000 millones en la entidad nada mas adquirirla, Popular canceló el ELA y devolvió los 3.800 millones al banco de España.
Este importe, según muestran los documentos del Banco de España, generó unos intereses de 197,917 millones de euros en tan solo un par de días que se tuvieron que abonar al supervisor.
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