El coliving, o sector de los pisos preparados especialmente para emprendedores o autónomos, es ya una tendencia al alza en Europa con más de 23.000 camas en el continente (el 40% de ellas, en Londres y Amsterdam), al igual que en EE.UU. y Asia, pero con una presencia todavía irrisoria en España, donde el mercado se reduce a unas 400 camas repartidas por Madrid, Barcelona, Sevilla y Valencia.
Se trata de una tendencia surgida en Silicon Valley. Pisos compartidos que ofrecen a sus usuarios, por lo general, jóvenes emprendedores y autónomos de sectores profesionales afines entre sí, un 'paquete' residencial que incluye una pequeña habitación (de 8-12 metros cuadrados) con un baño privado más agua, luz, WiFi, Netflix, servicios de lavandería, sartenes y cocina compartida dentro de zonas comunes con salas de eventos, juegos, terrazas, gimnasios y hasta espacios de trabajo colaborativo o 'coworking'. Y todo ello, además, en una buena ubicación dentro de grandes ciudades.
Se trata de un 'todo en uno' para emprendedores con intereses afines entre sí, un modelo que se expande por ciudades como Londres o Amsterdam
El último barómetro del sector inmobiliario realizado por Spotahome y Ejeprime revela que el coliving es la tendencia dentro de los activos alternativos respecto a la que más consenso existe entre los empresarios e inversores sobre su potencial de crecimiento en España, incluso por encima de las residencias para estudiantes y mayores y el coworking. Sin embargo, fuentes del sector inciden en que, a diferencia de lo que sucede con el coworking, el marco legal o, mejor dicho, la ausencia de él, está limitando el crecimiento del sector en España.
Vacío legal
"De momento en España navegamos sin rumbo a la hora de ofrecer una alternativa habitacional que se salga de los productos más tradicionales. Sin embargo, esto no significa que en el mercado no estén surgiendo proyectos en este sentido. Hoy tenemos una oferta reducida de camas, pero existe un apetito relevante por este producto a pesar de haber un mercado sin una regulación específica que lo enmarque como el español", dice Nick Wride, de la consultora inmobiliaria JLL.
"En Madrid y Barcelona, por ejemplo, la normativa residencial para la nueva construcción exige unas superficies útiles de entre 35 y 40 m2 por apartamento y, aunque permite el proyecto de vivienda compartida, las altas dimensiones de las unidades eliminan gran parte del espacio destinado a zonas comunes, lo que mata la esencia del concepto de coliving", añade.
"Entre las opciones que hemos identificado, y a las que es posible adherirse mientras se solventa este vacío, recomendamos plantear el negocio por la vía del aparthotel, ya que permite su desarrollo en suelo hotelero o terciario y tiene una normativa que contempla la oferta de unidades pequeñas y con servicios compartidos. ¿La pega? Estos alquileres estarían sujetos al IVA (turístico) y repercutiría en el coste real para el usuario finalista".
En la actualidad, el puñado de empresas que ofrecen estas opciones residenciales reconocen dificultades para encontrar edificios y ponerse de acuerdo tanto con los propietarios como con las propias autoridades municipales a la hora de montar proyectos de este tipo, escasos actualmente. Las tarifas mensuales para este sector, en el que los empresarios aseguran que la demanda "va claramente por delante de la oferta", oscilan entre los 700 y los 2.000 euros.
"El problema mayor que tenemos en España es que no se entiende lo que somos, tenemos que explicar cada proyecto de forma individual"
"El problema mayor que tenemos en España es que no se entiende lo que somos, tenemos que explicar cada proyecto de forma individual, sobre todo, a las autoridades municipales, porque no existe un marco que nos regule como tales, lo más parecido es la regulación de viviendas turísticas, cuando en verdad lo que ofrecemos son alquileres flexibles, sí, pero por lo general de media y larga estancia", dice a Vozpópuli. Marta Torres, jefa de comunicación de Urban Campus, una de las empresas más incipientes en nuestro país, junto a Habyt o The House. "Se habla de que somos un modelo para turistas y extranjeros pero la estancia media de nuestros clientes es de seis meses y el 50% de todos ellos son españoles".
"Las ciudades del futuro se medirán por su sostenibilidad, flexibilidad y habitabilidad. La forma en la que vivimos están cambiando de forma radical. Hoy la gente busca una mayor libertad de movimiento, acceso a tecnología y una convivencia más global, todas ventajas que vienen de la mano del coliving. En Europa (además de EE.UU) hay varias ciudades, como Amsterdam, Copenhague o Londres, que se han dado cuenta de ello, y han apostado por crear un marco regulatorio que favorezca la aparición y crecimiento de estos espacios residenciales", reivindican desde JLL.
Londres está incrementando el número de permisos en paralelo a un conjunto de disposiciones sobre "las construcciones de largo alcance para viviendas compartidas"
En Londres, inciden desde la consultora Savills Aguirre Newman, el ayuntamiento está incrementando el número de permisos en paralelo a un conjunto de disposiciones sobre "las construcciones de largo alcance para viviendas compartidas".
"Uno de los mayores factores que impulsarán cambios como el coliving en el mercado inmobiliario será el crecimiento de la población mundial y su concentración en ciudades", dicen desde JLL. "Tanto es así que las estimaciones con las que trabajamos sitúan a un 81,3% de la población española viviendo en 2050 en zonas urbanas".
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