La relación entre el Gobierno y los grandes grupos energéticos se ha fragmentado en 2022. Más allá de alguna foto conjunta en algún evento aislado, los encuentros entre ambas partes son inexistentes. Los cambios regulatorios que se han producido con la crisis energética y las declaraciones desde Moncloa han abierto una brecha que, ahora, parece insalvable. Las empresas mantienen en sus planes grandes partidas de inversión en el país donde está su sede pese a este escenario, algo que no convence a sus ‘dueños’.
“Seguís pensando en España por el efecto sede”, reprochaba un gran fondo a una conocida energética en una reciente reunión. Desde estas grandes empresas confiesan a Vozpópuli que se han multiplicado las reuniones y las conversaciones de la alta dirección con los grandes fondos internacionales que son los principales accionistas de compañías como Repsol, Iberdrola, Acciona o Naturgy.
En el caso de Endesa, la compañía está controlada en un 70% por la italiana Enel y tiene su negocio concentrado en España. Algo similar le ocurre a Cepsa, que no cotiza en el mercado. La petrolera tiene su negocio concentrado en el país donde tienen su sede y sus dueños, el Emirato de Abu Dabi (Mubadala) y el fondo estadounidense Carlyle, no les queda otra opción que asumir este beligerante escenario.
Pero a todos las llamadas han llegado desde Qatar, Roma, Nueva York, Londres, Washington y Luxemburgo. También los viajes de la alta dirección. Tal y como informaba El Confidencial, el presidente de Iberdrola viajó a Qatar, país que es el máximo accionista de la eléctrica, para asistir a un partido del Mundial del país anfitrión. Una visita que se señala puede tener algún condicionante más allá del fútbol. Como informan desde el sector medio, no ha sido el único directivo que estos días ha tenido que cambiar su agenda para visitar a un gran accionista.
Las firmas que invierten su dinero en las energéticas españolas ven riesgos en la insistencia de la dirección de la compañía en mantener tanto plan de inversión en un mercado que les está tratando con tanta “hostilidad”. Los inversores solo ven optimismo en los negocios regulados, como le pasa a las eléctricas, y menor rentabilidad en los proyectos ya finalizados.
Más Estados Unidos y menos España
La alternativa que más convence entre las firmas de inversión que controlan el accionariado de las energéticas es tanto Estados Unidos. Los analistas del mercado y las propios fondos aplauden cada inversión que se anuncia con la Administración Biden.
Iberdrola, que además de Qatar cuenta con BlackRock como gran 'dueño', anunciaba en noviembre que hasta 2025 sus inversiones van a estar concentradas en Estados Unidos y Reino Unido. Cerca de 29.700 millones irán a parar a estos dos mercados, que multiplica por cuatro los 6.100 millones que destinará a España entre 2023 y 2025.
El propio Ignacio Sánchez Galán confesaba a los fondos y analistas que asistieron en Londres en su Capital Markets Day que España ha sido el mercado que más ‘quebraderos de cabeza’ ha dado a Iberdrola en 2022. La eléctrica ha tenido crecimiento en todas las zonas geográficas internacionales que ha compensado el resultado adverso de Iberdrola España, que registra una caída del 14% en su beneficio neto.
Por su parte, el nuevo plan de Repsol pasa por destinar a EEUU el 40% de las inversiones previstas para 2023, cifradas en 4.000 millones. La compañía comenzó a producir electricidad con su primer parque solar fotovoltaico de la mano de su filial local Hecate Energy, que tendrá 125 MW una vez completado. La energética también ha quiere invertir en un proyecto de 600 MW en Texas. Sin olvidar, las inversiones en exploración y producción de petróleo en regiones como Pennsylvania, Texas, Golfo de México y Alaska.
España ha sido el mercado que más ‘quebraderos de cabeza’ ha dado a Iberdrola en 2022
Acciona invertirá 1.300 millones de dólares en una de las mayores plantas fotovoltaicas del país situada en Texas. La empresa que controlan los Entrecanales tiene ya 10 plantas en Estados Unidos y los sitúa en uno de sus principales mercados. Por su parte, Naturgy anunció en mayo que instalará también en Texas la mayor planta fotovoltaica de la compañía, con una inversión de 264 millones de euros. Enel, matriz de Endesa, registra en su último plan estratégico inversión cercana a los 5.000 millones de dólares en Estados Unidos, supondrá el 23% de la inversión total frente al 27% que supondrá España.
Como explican desde el mercado, los motivos de apostar por este mercado frente a España los marca la dimensión del país, las necesidades que tiene el país de infraestructura energética y los objetivos marcados. Pero, por encima de todo, destacan que la estabilidad regulatoria y las facilidades de inversión van a pesar más que "el efecto sede" de España.
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