Comienzan a llegar las respuestas por parte del Gobierno a las manifestaciones convocadas por el campo por la tensa situación del sector. El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, ha convocado a las organizaciones profesionales agrarias mayoritarias, y convocantes de las concentraciones.
Planas se reunirá en la sede del Ministerio este viernes, 2 de febrero, con la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja), la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) y la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA), en un intento de frenar las protestas planteadas para las próximas semanas.
El titular de Agricultura se ha visto obligado a convocar esta reunión para responder a la petición de encuentro planteada en la carta conjunta por de Asaja, COAG y UPA. Las tres asociaciones solicitaron conjuntamente un encuentro con el Gobierno para llegar a soluciones "inmediatas" que abordaran los problemas del sector, como las consecuencias de la sequía y la Guerra en Ucrania, precios y costes de producción, simplificación y flexibilidad de la Política Agraria Común (PAC), sectores ganaderos y cuestiones laborales y de Seguridad Social.
Tras muchos meses de avisos, este martes el campo español se sumó al resto de Europa y anunciaron, a través de estas tres asociaciones agrarias, un calendario de movilizaciones en todo el país para pedir cambios en las "demagógicas e injustas" políticas de la Unión Europea, además de un plan de choque del Gobierno español y actuaciones de las comunidades autónomas frente a la crisis que vive el campo.
Asaja, COAG y UPA difundieron el acuerdo para iniciar las protestas, que van en línea con los agricultores de otros países de la UE, "ante la frustración y malestar creciente debido a las difíciles condiciones y asfixiante burocracia que generan las normativas". Así, confirman lo que venían diciendo desde hace meses: "España también será un rugido".
Varios frentes para Luis Planas
Luis Planas tiene varios frentes abiertos. Por un lado, un campo harto de la situación que sufre desde hace años, y que ahora, al igual que ha ocurrido en el resto de Europa, empieza a despertar.
Por otro lado, tiene que hacer frente al boicot que los agricultores y ganaderos franceses, también desesperados por las presiones de las políticas agrícolas europeas, que han empezado a 'sabotear' el producto que viene de España, ya que consideran que son los culpables de la crítica situación del campo allí.
¿Por qué Francia culpa a España de sus problemas en el sector agrícola cuando también aquí se sufren los mismos problemas, fruto de una Política Agraria Común que quiere "matar al campo"?
Aunque la respuesta no es simple, las fuentes consultadas apuntan a varios motivos. Por un lado, que el propio primer ministro francés, Gabriel Attal, ha animado a ello, después de anunciar que desde el Gobierno están estudiando "medidas adicionales" a nivel nacional y europeo en respuesta a la demanda de los agricultores contra la "competencia desleal" de otros países. Por otro lado, Andrés Góngora, responsable de Producción Agrícola de la COAG, explica en conversaciones con Vozpópuli que hay una parte de ese rechazo inherente de Francia a España, y " de esa tendencia que tienen para criticar todo lo español", añade al respecto.
En lo que coinciden todos, Gobierno incluido, es que no existe tal competencia a la que apuntan los franceses, porque todos los países se rigen por una misma política, y que todos están igualmente perjudicados por las mismas medidas. El propio ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, ha calificado como "inadmisibles" los ataques y las trabas al tránsito de productos agrícolas españoles, como consecuencia de las protestas francesas, y ha pedido al Gobierno francés que garantice la libre circulación.
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