El encuentro del martes, pedido expresamente por Luis de Guindos al Grupo Parlamentario Popular, se explica por el interés de Mariano Rajoy en demostrar que empieza a rodar una mayor conexión entre el Gobierno y el partido en los principales asuntos que centran la atención del país. Para hablar del desafío catalán, el presidente se reunió el lunes en La Moncloa con la cúpula del PP. El ministro de Economía hizo el martes otro tanto en el Congreso para facilitar a los diputados parte de la hoja de ruta en la que trabaja para la salida de la crisis.
El Gobierno cree que Francia e Italia son los países más interesados en que se prorrogue el rescate bancario a España y continúe la tutela de la troika
De los mensajes que emitió Guindos a puerta cerrada, uno de los que más impactó a sus oyentes fue el que intenta dejar a España fuera de los tentáculos de la troika –Comisión Europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional– en cuanto finalice, a mediados de noviembre, el examen de los ‘hombres de negro’ al sector financiero. La tesis del ministro de Economía es que España no necesita la prórroga del rescate bancario porque está haciendo bien todos los deberes y el único problema que tiene consiste “en devolver los 40.000 millones que nos han prestado al 0,5% de interés”. El fin de la tutela de la troika significaría para el Gobierno recuperar autonomía en la gestión de la política económica en un momento considerado crucial para la salida de la crisis.
Para quedar fuera del radar de la troika, tendrían que vencerse las presiones de Francia e Italia, los dos países, vino a decir de forma implícita el ministro de Economía, más interesados en que España siga en el ojo del huracán. Y para desactivar las maniobras de quienes persiguen la prórroga del rescate y que España continúe bajo vigilancia, es fundamental, añadió Guindos, cumplir con los objetivos de déficit.
Guindos opina que el desvío en las cuentas de la Seguridad Social podrá compensarse al final del ejercicio con el ahorro en los intereses de la deuda
La frontera roja para el desfase entre ingresos y gastos ha quedado fijada este año en el 6,5% del PIB y podría verse en peligro por el desvío ya detectado en la Seguridad Social – el año pasado cerró con más de 10.000 millones en números rojos –, pero el Gobierno está convencido de que podrá compensarse gracias al ahorro que procede de la minoración de intereses de la deuda. Según los últimos datos oficiales, el desajuste supera los 54.000 millones, lo que supone ya el 5,27% del PIB frente al objetivo del 6,5% establecido para todo el año. Fuentes de Hacienda recuerdan que todos los años el déficit aumenta en la mitad del ejercicio y se reduce en la última parte del año, pues es donde se concentra un mayor volumen de ingresos del Estado.
Además, hace ya meses que el Tesoro se financia con mayor holgura y así lo atestigua desde antes de las vacaciones de verano la relajación de la prima de riesgo, algo que solo reporta ventajas, como por ejemplo la de poder inyectar dinero en algún banco sin pedir nuevas ayudas externas, en caso de que fuera necesario. El ahorro estimado para este año en intereses ronda los 5.000 millones de euros, según las previsiones más felices.
La previsión de desempleo para el año que viene solo se reducirá unas décimas por debajo del 27% en el nuevo cuadro macroeconómico que acompañará a los Presupuestos
Menos optimismo puede lucir el Gobierno en las cifras de paro, pues en la renovación del cuadro macroeconómico que acompañará a los Presupuestos de 2014, apenas se revisarán las previsiones unas décimas por debajo de la tasa del 27%. Habrá también una variación al alza en los cálculos de crecimiento para el año que viene, que pasará del 0,5% al 0,8%. La visita de Guindos al Congreso no dio el martes para mayores alegrías.
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