Luis Delso, presidente y hasta la fecha primer accionista de Isolux, dejará su cargo después de que los acreedores hayan decidido su destitución. Inyectarán 200 millones en la ingeniería, de los que CaixaBank asume 100. La primera inyección será de 50 millones, según asegura Expansión, mientras se negocia la reestructuración de la deuda, que es de 4.600 millones. Nemesio Fernández-Cuesta, que dejó Repsol hace cerca de un año, será el nuevo presidente, según ha sabido Vozpópuli.
La propuesta incluye la inyección de fondos, una quita sobre una parte de la deuda y la capitalización del resto, y tendrá que ser aprobada por el consejo y, posteriormente, en la asamblea de acreedores, que cuenta con unas 50 entidades. La medida supone que los bancos se queden con parte del capital del grupo.
En la actualidad, Caixabank cuenta con el 28%, por detrás del Delso, que controla la empresa junto al vicepresidente, José Gomis, con el 55%. Con la medida anunciada, los actuales accionistas se quedarían con cerca del 5% del capital de Isolux, mientras que los bancos controlarían la compañía con un 95%.
Santander (640 millones), Caixabank (350) y Bankia (335) son los acreedores más expuestos, a los que siguen Popular y Sabadell. Entre las entidades extranjeras, están Société Générale (205 millones) y Natixis (130).
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