El IVA de la factura de la luz ha durado poco tiempo en el 10%. El Gobierno incrementó el IVA del 5% al 10% desde comienzos de 2024 y hasta el 31 de diciembre. Pero, si los precios eran bajos, el 21% volvería a castigar la factura. Algo que ha sucedido y los hogares pagarán por este escenario 72 euros más al año por este incremento fiscal.
Según calculan desde el sector, el impacto de incrementar el IVA del 10% al 21% para una factura media anual de un cliente tipo es un incremento del 15%, pasando de 467 euros anuales a 539 euros.
La aprobación del Real Decreto-ley 8/2023, de 27 de diciembre, incluía que si el precio medio del mercado eléctrico del mes anterior a la realización de la lectura del consumo se sitúa por debajo de los 45 euros/MWh, el IVA a la electricidad se vería incrementado hasta el 21%, independientemente de que los consumidores tengan contratado su suministro a precio fijo o indexado al mercado.
Y así ha sido. Desde el sector denuncian que estos bandazos provocan que el IVA de la factura de la luz sea variable, impredecible y con reglas complejas de entender. Porque este incremento afecta a las facturas de todos los consumidores. Esta variabilidad del IVA afecta a la tarifa regulada y a los hogares que tienen un contrato a precio fijo para evitar la volatilidad de precios, un tipo de tarifa que promueve la Unión Europea y el Gobierno para evitar la volatilidad.
Dudas para los autónomos
Los consumidores autónomos serán otro sector afectados por este nuevo incremento fiscal. Este sistema de ajuste o variación del IVA en su factura de la luz generará al sector incertidumbre a la hora de liquidar trimestralmente su IVA. Este impuesto es uno de los principales tributos a los que tienen que hacer frente de forma recurrente los trabajadores por cuenta propia.
La reducción de precios del mercado diario del cierre de febrero provoca que en marzo los hogares vuelvan a sufrir un IVA de la factura de la luz en el 21%. Un nivel que no se veía desde junio de 2021, cuando el Gobierno decidió una rebaja fiscal para afrontar la subida de precios eléctricos.
El IVA y más impuestos en la luz
El IVA no llega solo. Este impuesto ha pasado del 5% en 2023 al 10% en enero y febrero de 2024, para terminar lo que queda del año en el 21%. El anuncio del Gobierno en diciembre hacia esperar a los hogares que este nivel volvería a partir de enero 2025. Otro incremento fiscal es el Impuesto Especial sobre la Electricidad (IEE), que hasta diciembre del 2023 estaba en el 0,5%, y este año se incrementará progresivamente a lo largo del año. Hasta marzo cargará con un 2,5% la factura, su siguiente nivel será de abril a junio en un 3,8% y, finalmente, recuperará el 5,1% que era el que estaba fijado antes de la crisis
Al IVA y al IEE se suma el Impuesto sobre el Valor de la Producción de la Energía Eléctrica (IVPEE). Un impuesto que el sector denuncia que es "único" en la Unión Europea y que también subirá de manera paulatina. Hasta el mes de marzo, su tipo será del 3,5%, hasta junio alcanzará el 5,25% y, posteriormente, alcanzará el 7%, el nivel previo a la crisis.
En cuestión de un año, el consumidor final podría ver incrementada su factura eléctrica en un 25% (117 euros más al año) debido al incremento de los impuestos. Desde el sector eléctrico considera que esta política fiscal representa una barrera a la electrificación de la demanda final de energía que necesitamos para cumplir con los objetivos de descarbonización.
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