La nueva tarifa regulada de electricidad llegará el 1 de enero. El Precio Voluntario para el Pequeño Consumidor (PVPC) incorporará parcialmente las señales de precio a largo plazo para una reducción de la volatilidad en las facturas de hogares y micropymes.
El resto de empresas ya no podrán tener este tipo de contratos a partir de esa fecha. Esta reforma incluye, en cumplimiento de la Directiva 2019/944 de mercado interior de electricidad, un limitación de la tarifa regulada para hogares y micropymes, que tendrán que certificar su condición a través de una declaración responsable, con una potencia contratada menor o igual a 10 kW.
El Consejo de Ministros, a propuesta del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO), ha aprobado este martes este Real Decreto para la modificación de la metodología de cálculo del PVPC. Una tarifa eléctrica a la que están acogidos unos nueve millones de consumidores, según los cálculos del Gobierno, alrededor del 34% de todos los domésticos.
La tarifa se mantendrá como la necesaria para acogerse al bono social e incorpora una prima de riesgo que sirva a las compañías comercializadoras ante la posibilidad de que los precios sufran grandes subidas con respecto al coste al que fueron contratados con anterioridad llevándolas a la quiebra. Unas compañías que siguen mostrándose en contra de esta tarifa y que han exigido al Gobierno señales de estabilidad en la curva de precios y limitar los riesgos.
Esta tarifa se caracterizaba hasta la fecha por tener un precio dinámico totalmente, que dependía de cómo se moviera el mercado mayorista diario de la electricidad. La idea de su reforma es desindexar parcialmente de estos mercados, al incorporar referencias de los mercados de futuros que aportarán más estabilidad a las facturas finales de los consumidores. Esta incorporación de los futuros será gradual: representarán el 25% en 2024, el 40% en 2025 y el 55% en 2026.
Referencias de futuros de la luz
Las referencias de precios de los mercados de futuros, a su vez, estarán integradas por una cesta de productos a plazo con distinto horizonte temporal: el 10% corresponde al producto mensual, el 36% al producto trimestral y el 54% al producto anual.
La nueva metodología preservará la señal de precios horarios al mantener el diferencial resultante de la casación del mercado diario, lo que contribuirá a fomentar patrones de consumo eficientes para aprovechar las horas más baratas.