Semana clave en los fondos europeos Next Generation EU. La Comisión Europea publicará su primera evaluación justo en el ecuador del programa (2021-2026). España tiene un papel relevante al ser uno de los principales beneficiados, acaparando más de un 20% de los 750.000 millones que se pretenden movilizar. El dinero se consigue a cambio de una serie de hitos (reformas e inversiones) agrupados en bloques, equivalentes a una cuantía del dinero 'pactada' en 2021 con Bruselas.
El Ejecutivo comunitario ha incidido en la importancia de mantener el ritmo y cumplir el calendario para que la mitad de los hitos de los fondos europeos estén cumplidos a finales de este año, algo que España no ha hecho. En junio del año pasado el Gobierno modificó el Plan original para introducir nuevos hitos y poder recibir a cambio más dinero en forma de préstamos. Además, aprovechó la ocasión para retrasar algunos ya presentes, con la excusa de la guerra y la inflación.
Tras esa modificación, España tiene 595 hitos, de los que hasta ahora sólo constan como realizados 121. Uno de cada cinco. En el primer semestre de 2023 se deberían haber cumplido otros 61 y, por ello, haber solicitado el cuarto pago. Sin embargo, el Gobierno se retrasó varios meses y, después, la convocatoria electoral entorpeció el proceso. Finalmente el cuarto pago (de 10.000 millones) se pidió en diciembre, medio año más tarde de lo previsto y con algunos de los hitos comprometidos sin cerrar.
Ha pasado casi un año desde que España recibió el último pago de los fondos europeos, el tercero
Es el caso de la reforma del subsidio por desempleo, cuya aprobación tumbó Podemos in extremis, poniendo en riesgo la recepción íntegra del cuarto pago de los fondos europeos. De hecho, fuentes de CC.OO. ven muy difícil que se pueda aprobar la reforma por la controversia política y técnica. Aún está pendiente la evaluación de Bruselas sobre estos 61 hitos, paso previo al desembolso. Tal y como publicó Vozpópuli, podría suspender hasta 900 millones hasta que España logre aprobar la reforma.
Con todo, ha pasado casi un año desde que España recibió el último pago de los fondos europeos, el tercero. Esto ha retrasado, a su vez, los siguientes pagos. El quinto debía pedirse en el segundo semestre de 2023, cuando se solicitó el cuarto. El sexto, previsto para este primer semestre, ahora no se espera hasta al menos finales de este año. Para recibir esos 26.000 millones este año debe cumplir 57 reformas y 60 inversiones. Eso permitiría a España tener la mitad de los compromisos validados antes de 2025, lo que pretende Bruselas.
"La evaluación intermedia será la primera ocasión de hacer balance de lo que hemos logrado a mitad de vida del Mecanismo. También será un año crucial para los Estados miembros, pues deberíamos ver alrededor del 54% de los hitos y objetivos completados para finales de 2024. Eso significa hacer visibles proyectos de inversión importantes y compensar los retrasos en varios países, porque el tiempo corre", dijo el vicepresidente ejecutivo de la Comisión Europea, Valdis Dombrovskis, hace dos semanas ante la Comisión de Presupuestos y de la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios del Parlamento Europeo.
Primer examen de los fondos europeos
España fue el primer país en pedir y recibir un desembolso de los fondos europeos en 2021. Esa ventaja mantuvo a nuestro país en cabeza durante meses, permitiendo al Gobierno 'vender' una eficaz gestión. Sin embargo, tras el retraso de 2023, Italia, Portugal y Grecia han tomado la delantera y ya han recibido más desembolsos. Es decir, España ha dejado de liderar la recepción del dinero europeo, su gran logro en el marco de este programa multimillonario, y ahora se sitúa en el primer pelotón.
En este sentido, en el informe clave que se publicará esta semana se espera que el Ejecutivo comunitario incida en la importancia de avanzar en el cumplimiento de estos compromisos, con el foco en los países más importantes como España. La consultora Llorente y Cuenca (LLYC) advierte en su último trabajo sobre este Mecanismo de Recuperación de que algunos de esos más de 100 compromisos están pendientes y entrañan un mayor reto, especialmente los vinculados a la transformación energética.
Es el caso de la adjudicación de financiación de al menos 35 proyectos innovadores de digitalización para la distribución de electricidad a las empresas distribuidoras; la mejora de la capacidad adicional de producción de energía renovable con una producción adicional acumulada de al menos 8 500 MW adjudicados; o el apoyo al desarrollo de al menos dos clusters (o valles) de hidrógeno renovable.
Otra manera de contabilizar el avance de los fondos europeos es con el dinero que ha llegado a la economía. A falta de que confirme los datos, la Comisión Europea calculó el pasado año que nuestro país habría gastado unos 20.000 millones entre 2021 y 2023, a los que se sumarían otros 20.000 millones este año. Si España cumpliera, apenas habría ejecutado la mitad del dinero que tiene previsto recibir a fondo perdido (80.000 millones) hasta 2026, a los que se suman otros 83.000 millones en préstamos.
El Tribunal de Cuentas también fiscaliza
La segunda prueba tendrá lugar en mayo. En este caso, a cargo del Tribunal de Cuentas Europeo, que publicará, según fuentes internas, su tercer informe sobre la ejecución de los fondos Next Generation, más focalizado en la calidad de las inversiones y reformas. Será un análisis global, que contará con un apartado específico sobre España, entre otros países.
El Gobierno no pasó el corte en los dos exámenes anteriores. El primero, difundido en octubre de 2022 y en el que se ponía el foco en las carencias del sistema de información CoFFEE, dio lugar a la visita a Madrid de una delegación del Parlamento Europeo, encabezada por la alemana Monika Holhmeier. A día de hoy fuentes vinculadas con la gestión de los fondos aseguran que sigue habiendo "problemas" con la plataforma, uno de los hitos que la Comisión dio por cumplidos en 2021 y que resulta clave en el control de los fondos.
El segundo se publicó el pasado octubre e identificó pagos indebidos con los fondos europeos en España. Recordó que el reglamento marca que "los fondos del MRR no sustituirán, excepto en casos debidamente justificados, a los gastos presupuestarios nacionales ordinarios". El tercer informe profundizará en este asunto, según ha podido saber este periódico, con el objetivo de comprobar si las subvenciones se están empleando en gastos corrientes de los Presupuestos nacionales.
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