Macroeconomía

Alarma demográfica: España necesitaría 37 millones de extranjeros para mantener las pensiones, según el BdE

Según el Banco de España, para que la tasa de dependencia se mantenga constante en los próximos 30 años, los extranjeros tendrían que aumentar tres veces más de lo previsto

El problema demográfico de las pensiones busca solución en la inmigración. Más de un millón de extranjeros llegaron a España en 2022, un nivel incluso superior al flujo de 2007. Sin embargo, el Banco de España alerta de que no será suficiente para compensar el envejecimiento poblacional futuro, además del desacople que existirá entre la oferta de mano de obra y la demanda de las empresas, pues un 80% de los que llevan menos de un año en nuestro país no tienen título universitario.

"Los flujos migratorios han registrado un dinamismo muy elevado en los últimos años, pero no parece probable que puedan evitar el proceso de envejecimiento poblacional en el que se encuentra inmerso nuestro país, ni resolver por completo los desajustes que podrían surgir en el mercado de trabajo español en el futuro", concluye el Banco de España en su informe anual de 2023.

En definitiva, la capacidad de los flujos migratorios para mitigar de forma apreciable el proceso de envejecimiento poblacional es "limitada". Y la situación se agrava progresivamente, con una tasa de dependencia (el peso sobre la población en edad de trabajar del colectivo de mayores de 64 años) que se sitúa en el 26,6% y se ha más que duplicado desde los años 70.

De acuerdo con las últimas proyecciones demográficas de Eurostat, entre 2023 y 2053 la tasa de dependencia en España aumentará en 27 puntos, hasta el 54%, mientras que en el promedio de la UE el incremento de dicha tasa será de solo 17 puntos, hasta el 46%.

El triple de extranjeros en 2053

Según los cálculos del Banco de España, para que la tasa de dependencia en España se mantuviese constante a lo largo de los próximos 30 años, el tamaño del colectivo nacido en el extranjero en edad de trabajar tendría que ser tres veces mayor que el contemplado por el INE en sus proyecciones de población más recientes".

Dado que los mayores de 66 años proyectados por el INE para 2053 se cifran en 14.847.105, se necesitaría un colectivo entre 16 y 66 años de 55.897.931 para que la tasa de dependencia dentro de 30 años permaneciese en el 26,6%, como ahora mismo.

Según los supuestos del INE, en 2053, habría 12.355.237 extranjeros con entre 16 y 65 años y 18.870.103 nacidos en España

Según los supuestos del INE, en 2053, habría 12.355.237 nacidos fuera con entre 16 y 65 años y 18.870.103 nacidos en España, por lo que si se mantiene este último número, para mantener la tasa de dependencia estable se requeriría que hubiera 37.027.828 personas nacidas en el extranjero con entre 16 y 65 años.

Es decir, en 2053 se necesitarían 24,673 millones de inmigrantes más en edad de trabajar de los que se prevén para 2053. El Banco de España aclara que esto no es una estimación del número de inmigrantes que deberían llegar a España (flujo), sino en cuanto debería haber aumentado el stock en esa fecha. 

La sostenibilidad del sistema público de pensiones

De cara al futuro, entre los factores que ejercerán notables presiones sobre los niveles de gasto de las administraciones públicas y, por ende, sobre la sostenibilidad de las finanzas públicas, el Banco de España menciona el "profundo cambio demográfico en el que la población española está inmersa". Éste supondrá, en las próximas décadas, "un apreciable aumento del gasto en pensiones, pero también del gasto en sanidad y en cuidados de larga duración".

Como parte de este proceso, el BdE considera que "será necesario evaluar de manera continua y rigurosa la sostenibilidad financiera del sistema público de pensiones, toda vez que el análisis conjunto de los principales cambios normativos introducidos en el mismo desde 2021 apunta a unas mayores obligaciones de gasto a largo plazo, que no han sido plenamente compensadas por el lado de los ingresos".

El Banco de España cree que habrá que adoptar medidas adicionales en 2025 para sostener las pensiones y aumentar sólo las cotizaciones podría dañar el empleo y la competitividad

En 2023, el gasto en pensiones, incluyendo las prestaciones contributivas, no contributivas y las clases pasivas, alcanzó el 13,1% del PIB. Eso supuso el 28,3% del gasto no financiero en Contabilidad Nacional de las AAPP. De acuerdo con las proyecciones del Informe sobre Envejecimiento de la Comisión Europea, ese gasto escalará hasta el 17,3% del PIB en 2050. Según la AIReF, alcanzará el 16,2% del PIB en dicho año, mientras que el número de pensiones se incrementará desde los 11,1 millones actuales hasta los 16,7 millones.

El director general de Economía y Estadística del BdE, Ángel Gavilán, advirtió en este sentido que "a partir del reciente informe de envejecimiento publicado por la Comisión y los cálculos q ha venido haciendo la AIReF sobre los ingresos, parece evidente que habrá que adoptar medidas adicionales en 2025" por uno de los dos lados, y alertó de que hacer "descansar la financiación del sistema solo en un aumento de las cotizaciones sociales podría dañar el aumento del empleo y competitividad".

La jubilación demorada

El Banco de España también destaca en su informe que estas mayores obligaciones de gasto podrían reducirse con los nuevos incentivos introducidos para demorar la jubilación. Según el Ministerio de Inclusión y el Informe sobre Envejecimiento, estos incentivos podrían suponer un ahorro de 1,4 puntos del PIB en 2050 (la AIReF lo reduce a 0,8 puntos).

Su incidencia en los últimos años ha sido "muy reducida", según el Banco de España. De todas las altas de jubilación registradas en 2021, sólo un 4,8% eran jubilaciones demoradas. En 2023 aumentaron hasta suponer el 8% de todos los que se jubilaron el pasado año. Los jubilados que retrasan su jubilación tienen dos opciones: incrementar su pensión un 4% por cada año retrasado o recibir un tanto alzado.

"No sabemos cuántos jubilados se acogerán a la jubilación demorada en el futuro, pero calculamos que si el 100% de todos los que se jubilen de aquí a 2050 deciden jubilarse con un año de demora -en vez de a los 67 años a los 68- eso produce un ahorro medio en los gastos en pensiones de cuatro décimas", señaló el director general de Economía y Estadística el BdE.

En este sentido, para llegar a la reducción del gasto del 1,4% que estima el Gobierno y la Comisión Europea, "tendría que aumentarse la edad efectiva de todos los jubilados en 2,5 años y, además, todos tendrían que acogerse a la fórmula del tanto alzado", sentenció Gavilán. En definitiva, se necesitaría llegar a escenarios "muy extremos" para lograr un ahorro del 1,4% en el gasto en pensiones a través de la jubilación demorada.

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