El Banco de España mantiene en el 2,3% el crecimiento del PIB este año pero rebaja las expectativas para los próximos años, con un crecimiento estimado del 1,8% en 2024 y del 2% en 2025, cuatro y una décima menos de lo que estimó en junio, respectivamente.
El supervisor bancario explica en el informe publicado este martes que España no es inmune a la realidad que vive el conjunto de la Eurozona y la actividad de la economía española ha dado también "muestras de debilitamiento en los meses de verano". Tras crecer un 0,4% en el segundo trimestre, "la información más reciente disponible sugiere un avance del PIB en el entorno del 0,3% en el trimestre en curso", señala.
En esta dirección apuntan, según el BdE, los indicadores PMI, que han profundizado la senda descendente que iniciaron en primavera, y los resultados de la última Encuesta del Banco de España sobre la Actividad Empresarial (EBAE), que señalan un debilitamiento de la facturación de las empresas en el tercer trimestre.
La afiliación a la Seguridad Social ha mostrado un comportamiento más sostenido en el período más reciente, pero los crecimientos intermensuales del empleo en el segundo cuatrimestre del año han sido, por término medio, "claramente inferiores a los del período de enero-abril", destaca el supervisor bancario en su informe.
Además, "la información más reciente apunta a un pulso relativamente débil de la actividad en el último trimestre del año". Ello sería consecuencia, entre otros factores, de la prolongación del escaso dinamismo del contexto exterior y de la continuación del proceso de transmisión del endurecimiento de la política monetaria a los créditos de las empresas y las hipotecas de las familias.
En todo caso, también comenta que el PIB está mostrando un dinamismo comparativamente mayor en España que en otros países del área del euro, sobre todo, por las diferencias en la composición sectorial de la economía.
En concreto, por el mayor peso en nuestro país de los servicios (hostelería y turismo), que han seguido experimentando una demanda muy elevada durante el verano. Por otra parte, el peso de China -economía que está registrando una rápida desaceleración- dentro de los mercados de exportación de España es menor que en el conjunto de la eurozona.
La inflación: un año aún de subida
En cuanto a la inflación general, recuerda que en los meses de verano ha experimentado un cierto repunte por el incremento reciente de los precios de los combustibles y carburantes, así como "distintos efectos base asociados a las dinámicas de los precios de la energía en el tercer trimestre de 2022".
En términos de las tasas medias anuales, el BdE prevé ahora que la tasa de variación del IAPC (el IPC armonizado con la UE) repunte desde el 3,6% en 2023 hasta el 4,3% en 2024, y que se reduzca en 2025 hasta el 1,8%. Si se compara con la previsión de junio, ahora el supervisor bancario espera cuatro décimas más de inflación este año y siete décimas más en 2024.
El Banco de España advierte de que la inflación general repuntará hasta "mediados del próximo año" y en el corto plazo la trayectoria de la inflación vendrá determinada fundamentalmente por el componente energético. Espera así que la inflación siga subiendo hasta aproximarse al 5% a mediados de 2024, volviendo después a descender.
Un tercio de la inflación prevista en 2024 vendrá por la eliminación de las ayudas
El incremento reciente de los precios del petróleo, los efectos base alcistas derivados de la caída de los precios de los carburantes y combustibles en la parte final de 2022 y la expiración en 2024 de las medidas públicas desplegadas para mitigar las consecuencias de la crisis energética darán lugar a ese repunte.
El Banco de España ha explicado que las medidas prorrogadas por el Gobierno, como la rebaja del IVA o las subvenciones al transporte han mitigado la inflación este año, pero en 2024, tras expirar en diciembre, tendrán un efecto contrario: avivarán la inflación. En concreto, según sus cálculos, del 4,3% de inflación media que proyecta, 1,5 puntos vendrían por la retirada de las medidas.
Finalmente, en la inflación subyacente, "la tendencia a la baja está siendo todavía modesta". Así, mantiene la tasa media prevista para 2023 en el 4,1%, eleva al 2,3% la del 2024 (dos décimas más de lo que proyectó en junio) y deja también sin cambios la de 2025 (1,7%).
No obstante, el Banco de España también espera una desaceleración gradual de la inflación no energética por la finalización de la traslación a los precios de consumo de las alzas pasadas de los costes de los insumos intermedios y de la actuación de la política monetaria.
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