El Banco de España ha revisado este martes sus proyecciones para la economía española. Espera que el Producto Interior Bruto (PIB) haya crecido un 2,4% este año, afinando una décima al alza el dato anterior, pero avanza una ralentización a partir de 2024. En 2024 espera ya un incremento del 1,6%, dos décimas menos de lo esperado hace tres meses; en 2025, del 1,9%; y en 2026, del 1,7%. Es decir, ya no contempla avances superiores al 2% en toda la legislatura.
El BdE explica la "ligera" revisión al alza en el crecimiento del PIB en 2023 por el efecto positivo que las últimas revisiones estadísticas del INE han tenido sobre las tasas de avance del producto en el primer semestre de 2023 y en el segundo de 2022. En cambio, el crecimiento del PIB en 2024 y 2025 se revisa a la baja en 0,2 y 0,1 puntos, respectivamente, entre otros factores, "por unas perspectivas menos favorables acerca de la evolución futura del consumo de los hogares, pese a que seguirá siendo el principal motor de crecimiento".
En base a los distintos indicadores (mismo dinamismo en el empleo, moderación en el consumo y niveles similares en confianza), el Banco de España calcula que el PIB ha mantenido el perfil trimestral en el cuarto trimestre, con un avance próximo al 0,3%. Así, tras el notable dinamismo que la actividad económica española registró en la primera mitad de 2023, esta se desaceleró en el tercer trimestre y hasta final de año.
"El crecimiento económico, después de haberse ralentizado en la segunda mitad de 2023, va a marcar el trienio de 2024-2026 un ritmo de avance significativamente inferior al anterior (6,4% en 2021, 5,8% en 2022, y 2,4% en 2023). Pasaremos a crecer por debajo del 2%, tasas más acordes con el crecimiento potencial una vez hemos recuperado los niveles prepandemia", ha destacado Ángel Gavilán, director general de Economía y Estadística del organismo.
Inflación media del 3,3% en 2024
Respecto a la inflación, mantiene que la media anual seguirá por encima del objetivo del 2% dos años más, pero con una moderación gradual y más intensa de lo anticipado. Ahora cree que la tasa de inflación general se reducirá desde el 3,4% en 2023 hasta el 3,3% en 2024, para descender nuevamente en 2025 y 2026 hasta el 2% y el 1,9%, respectivamente.
En comparación con las proyecciones de septiembre, la tasa de inflación general se revisa a la baja en dos décimas en 2023, debido a las sorpresas registradas en el componente energético en los meses más recientes. Asimismo, las nuevas proyecciones incorporan una revisión a la baja de un punto para 2024 también por la previsión de unos menores precios de la energía y una prórroga de la reducción del IVA de los alimentos y de la subvención al transporte público hasta junio y diciembre, respectivamente. Finalmente, la tasa de 2025 la revisa dos décimas al alza por la expiración de dichas prórrogas.
Respecto al déficit público, el BdE destaca que se situó en el 4,2% del PIB al final del tercer trimestre, tres décimas menos que en junio y cinco décimas por debajo del registrado al cierre de 2022 pero por encima del que el Gobierno se ha marcado como objetivo para el conjunto de 2023, un 3,9%. En todo caso, su proyección es que se conseguirá cerrar el año en el 3,8% pero no se bajará del 3% en 2024, como espera el Ejecutivo, sino que se quedaría en el 3,4% y volvería a repuntar en los dos años siguientes al 3,6%.
En cuanto a la tasa de paro, el supervisor bancario anticipa que se reducirá desde el 12,9% de 2022 hasta el 12,1% en 2023 y mostrará una leve senda descendente durante el período 2024-2026, si bien permanecerá en el entorno del 11%, por encima del mínimo histórico alcanzado en 2007 (8,2%). El empleo moderará su dinamismo a lo largo del horizonte de proyección, en línea con la evolución prevista de la actividad y con el supuesto de una cierta recuperación de la productividad.
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