Macroeconomía

El Banco de España ve insuficiente la reforma del subsidio para insertar a los parados

El organismo defiende que "hay que proteger la renta de los parados pero, al mismo tiempo, generar los suficientes incentivos para que los parados vuelvan al mercado laboral"

La reforma del subsidio por desempleo aprobada por el Gobierno este martes, que es condición sine qua non para recibir el siguiente pago de fondos europeos, es insuficiente para reinsertar a los parados y reducir la elevada tasa de desempleo estructural que tiene el país. Es la conclusión a la que llega el Banco de España, que considera "fundamental" la consideración conjunta de políticas pasivas y activas, no sólo de las primeras.

El supervisor bancario calcula que España seguirá con una elevada tasa de paro en 2026, superior al 11%, pese al crecimiento económico. Un "lastre estructural" que "no tiene fácil solución", reconoció el director general de Economía y Estadística, Ángel Gavilán, este martes en la presentación de las proyecciones macroeconómicas del BdE.

Destacó que "se necesitan medidas estructurales y ambiciosas" para bajar esa tasa no al 10%, sino al 6% de nuestros socios europeos. Gavilán advirtió, en este sentido, de que "hay que proteger la renta de los parados con políticas pasivas pero, al mismo tiempo, generar los suficientes incentivos para que los parados vuelvan al mercado de trabajo con políticas activas".

En las pasivas, el informe de perspectivas económicas el Banco de España destaca la "baja" cobertura de prestaciones en España, que apenas llega al 20% de los parados, frente al 50% de Alemania. En este asunto se centra la reforma del subsidio por desempleo, que amplía en 400.000 personas los potenciales beneficiarios de la ayuda.

Además, el Banco de España ya planteó en su Informe Anual de 2022 pagar las prestaciones por desempleo durante menos tiempo (aumentando las cuotas mensuales para que al final el beneficiario acaba recibiendo lo mismo), lo que, según dice, elevaría las posibilidades de que los parados se reincorporen al mercado laboral. El Gobierno, sin embargo, ha decidido ampliar la duración hasta 30 meses.

Poco gasto en formación y requisitos laxos

Sin embargo, el BdE también pone el foco en la necesidad de mejorar el estímulo de la empleabilidad de los parados (políticas activas) aumentando el capital humano. España es el cuarto país de la UE con menos gasto en formación de desempleados, según datos de la OCDE. Sólo están por delante Eslovaquia, Lituania y Letonia.

Al mismo tiempo, los requisitos asociados al cobro de las prestaciones se encuentran entre los menos estrictos a nivel internacional, lo que, en palabras del BdE, "contribuye al mantenimiento de elevadas tasas de paro en nuestro país". "España y Grecia, con las tasas de paro más elevadas, tienen requisitos más laxos para recibir una prestación en términos de mostrar disponibilidad para trabajar, cambiar de domicilio si se tiene una oferta en otra región, o evitar rechazar una oferta o curso de formación", comentó Gavilán.

Esto es, precisamente, lo que buscaba evitar la vicepresidenta primera y ministra de Economía, Nadia Calviño. "Hay que potenciar la reciprocidad en la búsqueda activa de trabajo y en la aceptación de las ofertas adecuadas", dijo el secretario de Estado de Economía, Gonzalo García Andrés, palabras que despertaron las críticas de la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz.

El objetivo de la ministra de Trabajo con la reforma del subsidio es relajar el control y las exigencias al parado pues, asegura, los primeros que quieren encontrar trabajo. "El 80% de las personas no agotan el subsidio por desempleo", destacó este martes en rueda de prensa.

Actualmente la ley vigente establece que el rechazo de una oferta de empleo adecuada o de un curso de formación, sin causa justificada, por parte de un desempleo que cobra prestación puede sancionarse con la pérdida de la misma durante tres meses la primera vez, seis meses en una segunda vez y con la extinción si reincide en una tercera ocasión.

Finalmente, otra de las propuestas del Banco de España pasa por "utilizar las nuevas tecnologías a su máximo potencial, haciendo un perfilado detallado de profesionales y vacantes para hacer el mejor matching posible". Asimismo, es necesario "evaluar los programas de formación e inserción laboral que se están impartiendo", un asunto sobre el que ya hay iniciativas en el seno del Gobierno, sentenció Gavilán.

El Gobierno aprobó este año la reforma de las políticas activas de empleo y de la nueva Ley de Empleo, que fue criticada por Fedea. Advirtió de que la Ley de Empleo promete un trabajo "digno y decente" y la no discriminación, lo que cree de difícil cumplimiento debido a la falta de medios y de definición legal de estos derechos subjetivos.

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