Macroeconomía

España tiene más de 750.000 fijos discontinuos inactivos, seis veces más de lo que dice Yolanda Díaz

Fedea utiliza la Muestra Continua de Vidas Laborales de la Seguridad Social en 2022 para calcular los fijos discontinuos inactivos, que se habrían superado en 2023

Los fijos discontinuos inactivos no son 55.000 personas, como dijo la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, el pasado 19 de marzo amparándose en la Encuesta de Población Activa (EPA) del Instituto Nacional de Estadística (INE). Tampoco son los 119.400 que señaló el pasado viernes durante su comparecencia en la Comisión de Trabajo del Senado.

Según el estudio realizado por Florentino Felgueroso, investigador de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea), a cierre de 2022 eran 753.000 personas, una cifra que, a falta de datos más actualizados, se habría superado en 2023.

El nuevo estudio de Fedea analiza las distintas fuentes estadísticas disponibles (la afiliación a la Seguridad Social, la Encuesta de Población Activa y el Servicio Público de Empleo Estatal donde se registran los que quieren cobrar el paro o buscar un empleo mejor) y señala cuál es la más fiable para saber cuántos fijos discontinuos hay en España.

Su conclusión es que la fuente más completa es la Seguridad Social. Dispone de todos los datos de altas y bajas de los trabajadores y proporciona, a través de su Muestra Continua de Vidas Laborales, un conjunto de microdatos individuales, pero anónimos, extraídos de los registros de la Seguridad Social. Con todo, permite conocer cuántos de ellos están inactivos y cuántos trabajan, ya sea en ese empleo o en otro.

El hándicap es que se publica con más de un año de decalaje. Los últimos datos disponibles, de 2022, el primer año de aplicación de la reforma laboral, muestran que a cierre de 2022 había 1,4 millones de trabajadores fijos discontinuos, de los que 753.000 estaban inactivos y otros 731.000, trabajando. Es decir, que más de la mitad de los contratos fijos discontinuos vigentes estaban suspendidos.

"Durante el año 2023, el aumento de los afiliados con contrato fijo discontinuo fue menos sensible a la contratación que en el año 2022. En los últimos meses los afiliados se han mantenido muy estables y las tasas de baja por pase a la inactividad han seguido creciendo. Por este motivo es muy probable que el número trabajadores fijos discontinuos en inactividad también haya crecido desde finales de 2022", asegura Felgueroso.

Los datos de fijos discontinuos de Díaz

Hasta ahora la fuente utilizada por Fedea para seguir la evolución de los fijos discontinuos inactivos era la estadística de demandantes de empleo con relación laboral que publica el SEPE (dependiente del Ministerio de Trabajo que pilota Díaz). El problema es que esta no permite desagregar con todo el detalle necesario, pues incluye en la misma categoría a los fijos discontinuos inactivos, los afectados por un ERTE, y los que cobran prestaciones estando en situación de colaboración social.

Sin embargo, teniendo en cuenta que los dos últimos se han mantenido relativamente estables en los últimos años y tienen un peso menor, los investigadores de Fedea asumían que la mayor parte del incremento de la categoría se debía a los fijos discontinuos inactivos. El último dato disponible de demandantes con relación laboral, de marzo de 2024, se asemeja al que ahora proporciona Fedea a través de la Seguridad Social: 663.000 personas.

Sin embargo, los datos de demandantes que publica el SEPE no se desagregan lo suficiente como para detallar cuántos de ellos son fijos discontinuos inactivos. El único dato oficial que ha proporcionado el Gobierno fue, precisamente, del SEPE. En una respuesta parlamentaria, los cifró en 443.000 a cierre de 2022. Un dato que Yolanda Díaz, de cuyo departamento depende el SEPE, se negó a avalar.

No fue hasta el pasado mes de marzo cuando, ante las preguntas del PP, la ministra de Trabajo proporcionó un dato que no partía de su ministerio, sino de la encuesta laboral del INE. En el último trimestre de 2023 había, según la encuesta, 64.100 fijos discontinuos parados y 55.300 inactivos. Sin embargo, la EPA sólo recoge los empleos principales, por lo que si un fijo discontinuo tiene más de un contrato activo, puede registrarse con el que no lo es. Además, al ser una encuesta, depende de la percepción del informante.

"La EPA subestima significativamente ambos tipos de trabajadores fijos discontinuos, en especial, los que están en períodos de inactividad, por motivos metodológicos. No capta tan bien como las fuentes basadas en registros administrativos los empleos con trabajos esporádicos y los fijos discontinuos en empleos secundarios", señala Fedea.

Los investigadores de Fedea han denunciado que esta modalidad contractual permite a los empresarios desactivar a los trabajadores sin ningún tipo de restricción ni coste, por lo que no garantiza una estabilidad laboral pese a considerarse un empleo indefinido. En este sentido, piden más transparencia estadística, más agilidad en la publicación de los datos, y que se adopten medidas para desincentivar la desactivación de estos trabajadores.

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