Macroeconomía

El Gobierno intenta contener la fuga de inversión extranjera tras hundirse en 6.000 millones

Horas después de la amenaza de dimisión del presidente del Gobierno, la ministra de Hacienda hizo un "llamamiento a la inversión" extranjera y aseguró que es "el mejor momento"

La vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, hizo este jueves "un llamamiento a la inversión, para que decida venir a España, porque justamente estamos en el mejor momento para desarrollarla, cultivarla y posibilitarla". Sus declaraciones se produjeron en unas jornadas organizadas por CEOE y PwC sobre los fondos europeos y sólo unas horas después de que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, amagase con dimitir.

La inversión extranjera en España cayó en 2023 en cerca de 6.400 millones de euros, el primer descenso en cuatro años. En términos porcentuales, el flujo de inversión foránea directa fue un 20% inferior al del año anterior, pasando de los 34.614 millones de euros a los 28.215 millones, según el Registro de Inversiones Exteriores de la Secretaría de Estado de Comercio disponibles en DataInvex.

En 2018, cuando Pedro Sánchez llegó a la Moncloa tras la moción de censura a Mariano Rajoy, la inversión bruta de los extranjeros alcanzó un récord de 55.572 millones. Al año siguiente, su primer año completo como presidente, cayó hasta los 24.846 millones, cifra más similar a la inversión recibida en 2023, con unas elecciones generales entre medias y la aprobación de varias políticas laborales y fiscales que han chocado con el interés de las empresas.

La inversión extranjera puede verse condicionada por aspectos puramente económicos (incremento de precios de las materias primas, subida de tipos de interés, falta de mano de obra, etc.) pero especialmente influye la estabilidad política y la seguridad jurídica del país. Una política económica que introduzca una mayor incertidumbre y genere mayores costes a la actividad empresarial puede paralizar la inversión y, en consecuencia, lastrar el crecimiento económico.

La vicepresidenta primera cerró con ese llamamiento a la inversión extranjera una intervención que estuvo dedicada casi en su totalidad a denunciar la "deshumanización" que ha sufrido el presidente del Gobierno, sobrepasándose en su opinión "todas las líneas rojas" con su mujer. De hecho, se refirió a la inversión después de que el presidente de PwC España, Gonzalo Sánchez, denunciara el retraso en la recuperación de este componente del PIB, con un decrecimiento en las nuevas inversiones en los últimos trimestres.

La Contabilidad Nacional refleja que la inversión (formación bruta de capital fijo) seguía a cierre de 2023 un 5% por debajo de los niveles que tenía antes de la pandemia (a finales de 2019). Las exportaciones y el consumo público y privado sí se han recuperado, especialmente las dos primeras, que están un 8% y 12,7% por encima, respectivamente. Han sido varias las instituciones económicas y servicios de estudios que han alertado de este asunto. 

La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) señala en su Informe sobre los presupuestos iniciales de las AAPP 2024 que "aunque no existen datos sobre la inversión en términos de volumen que distingan entre pública y privada, se puede aproximar y, según sus cálculos, a finales de 2023 el nivel de la inversión privada en términos reales sería un 8% inferior al registrado en 2019, mientras que la pública se encontraría más de un 30% por encima de la de ese año".

"En términos nominales, y una vez detraído el consumo de capital fijo, se observa como la inversión pública neta, tras casi una década de contracción, habría sido nuevamente positiva, en tanto que la privada permanece estancada", destaca AIReF en el documento. De hecho, incluso decreció ligeramente en 2023 respecto a 2022 (de los 38.807 millones a los 37.833 millones, unos 1.000 millones menos), frente al notable incremento que experimentó la inversión pública (se duplicó).

El Banco de España (BdE) anticipó que la inversión empresarial, tras tener un comportamiento peor del anticipado en el cuarto trimestre de 2023, con una caída del 2% intertrimestral (frente al 0,7% del trimestre anterior), seguirá lastrada este año. Alertó de que la inversión está mostrando "una mayor debilidad estructural que la considerada unos meses atrás" y no recuperará el nivel prepandemia hasta finales de 2025 o principios de 2026.

Según la encuesta que realiza el supervisor bancario a las empresas en España, sólo un 15% declaran haber aumentado su inversión en el primer trimestre del año, del que aún no hay datos oficiales disponibles. Son cinco puntos menos que en el trimestre anterior, cuando la Contabilidad Nacional publicada por el INE reflejó una caída del 2% en la formación bruta de capital fijo. Todo ello pese a la importante inyección de fondos europeos que está recibiendo España.

El pasado 27 de diciembre de 2023, el Consejo de Ministros aprobó la creación de este un nuevo instrumento financiero dotado con 2.000 millones de euros para "contribuir a la transformación del modelo productivo mediante la atracción de inversión extranjera hacia empresas privadas españolas". Realizará inversiones mediante instrumentos de capital o mediante aportaciones a fondos de inversión, aunque siempre inferiores a las de los inversores. Sin embargo, aún no ha arrancado.

Tal y como destacaron este jueves en las jornadas organizadas por CEOE y PwC el presidente de la patronal, Antonio Garamendi, y el de la consultora en España, Gonzalo Sánchez, España tiene poco más de dos años para ejecutar toda la segunda parte del Plan de recuperación, 93.000 millones. La mayoría son préstamos de los que aún no ha llegado ni un euro desde Bruselas. España acumula un retraso de un año en la recepción de dinero al haber hitos aún sin cumplir, como la reforma del subsidio por desempleo.

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