El Instituto Nacional de Estadística (INE) rebaja una décima la inflación de enero y la sitúa en el 2,9%, frente al 3% que avanzó hace una semanas. En todo caso, la tasa del 2,9% supone retornar al nivel de hace siete meses, como consecuencia de la evolución de los precios de los carburantes y la electricidad.
El INE explica que los grupos que más destacaron por su influencia en el aumento de la tasa anual del IPC fueron el transporte (cuya tasa anual se incrementó siete décimas, hasta el 1,3%) y la vivienda (que situó su variación anual en el 7,9%, lo que supuso cinco décimas por encima de la del mes pasado).
En el primero se incluyen los carburantes y en el segundo, la electricidad. Los carburantes subieron un 3,4% en enero, llevando la tasa anual (inflación) a niveles positivos, del 0,1%. En cuanto a la electricidad, el repunte mensual fue del 11,1%, con una variación anual del 20,5%.
En conjunto, los precios energéticos subieron un 6,2% en el último mes, el mayor repunte desde junio de 2022. La tasa anual se situó en el 8,1%, también la más elevada desde septiembre de aquel año tan marcado por la crisis inflacionista.
Dejando al margen estos datos, la inflación subyacente en enero se redujo dos décimas, hasta el 2,4%. Este indicador refleja los precios de los productos y servicios del IPC menos volátiles, es decir, todos menos la energía y los alimentos frescos. Aquí tienen un peso importante los servicios, que venían experimentando una resistencia a la baja en meses anteriores.
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