La tasa anual del Índice de Precios de Consumo (IPC) fue en mayo del 3,6%, lo que deja la inflación más alta desde hace un año, según ha avanzado este jueves el Instituto Nacional de Estadística (INE). En abril de 2023 fue la última vez que superó esa cifra, al situarse en el 4,1%.
La inflación llevaba ya dos meses creciendo, como consecuencia de la retirada de las rebajas fiscales en gas y electricidad y con los alimentos aún presionando al alza. El año arrancó con una tasa anual del 3,4%, que bajó al 2,8% en febrero pero se elevó al 3,2% en marzo y al 3,3% en abril.
La inflación se sitúa "tres décimas por encima de la correspondiente al mes de abril, lo que se explica principalmente por el efecto base, debido a la subida de los precios de la electricidad frente a las bajadas de mayo de 2023 y la menor bajada de los precios de los carburantes", explica el Ministerio de Economía.
La inflación subyacente también sube
La inflación subyacente (menos volátil al excluir los precios energéticos y de alimentos frescos) creció una décima, del 2,9% al 3%, manteniéndose en todo caso por debajo de la general. Está "influida por el aumento de los precios de los servicios relacionados con el turismo", informa el equipo de Carlos Cuerpo.
Es la primera vez en casi un año que la inflación subyacente repunta, pues mantenía una senda descendente desde agosto de 2023, con la última subida el pasado mes de julio. En tasa mensual (crecimiento de los precios en el último mes, respecto a abril) ha crecido un 0,3%, lo mismo que el IPC general.
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