España tiene 1,17 millones de jóvenes afiliados a la Seguridad Social, 287.000 más que en 2019. Antes sólo 18.000 de los menores de 25 años ocupados tenían un contrato fijo discontinuo, un 2% del total. Ahora son 143.000, un 12% de todos los que están trabajando. Es la modalidad contractual que más ha crecido durante los últimos años entre los jóvenes, alrededor de un 700%.
La reforma laboral ha obligado a las empresas a prescindir del contrato temporal y contratar a los trabajadores de manera indefinida. El fijo discontinuo es la fórmula indefinida más ligada a la temporalidad, pues permite al empleador desactivar al trabajador cuando hay menos carga de trabajo. En esos periodos queda sin empleo y sueldo, esperando a ser llamado y cobrando una prestación si ha cobrado lo suficiente.
Las otras dos fórmulas de contrato indefinido, a tiempo parcial y a tiempo completo, que ya tenían una presencia más extendida en el mercado laboral antes de la reforma, han aumentado un 167% y 157%, respectivamente, entre los jóvenes. Es la diferencia entre los afiliados medios a la Seguridad Social menores de 25 años en febrero de 2019, antes de la reforma y la pandemia, y el último dato publicado, correspondiente a febrero de este año.
Hay 270.000 trabajadores jóvenes menos con un contrato temporal que en 2019, pero 555.000 más con un contrato indefinido, lo que deja un saldo de 287.000 trabajadores más que entonces. De los 555.000 nuevos trabajadores indefinidos menores de 25 años, un 41% tiene un contrato indefinido a tiempo completo y el resto es indefinido a tiempo parcial (36%) o tiene un contrato fijo discontinuo (22%).
La modalidad contractual del fijo discontinuo ha crecido especialmente entre los jóvenes, pero también en el resto de edades. No obstante, si bien entre los menores de 25 años el contrato fijo discontinuo se ha disparado alrededor de un 700% respecto a 2019 (en concreto, un 686%), en aquellos trabajadores entre 25 y 34 años han crecido un 199%; en los de entre 35 y 44 años, un 97%; en los de 45 y 54 años, un 84%; y en los mayores de 55 años, un 82%.
819.000 afiliados a la Seguridad Social fijos discontinuos
Como consecuencia, un 17% de todos los afiliados a la Seguridad Social con un contrato fijo discontinuo, 819.600 en febrero, son jóvenes. Como ya estaban más extendidos en otros grupos de edad, otro 24% de los fijos discontinuos tienen entre 25 y 34 años; otro 20%, entre 35 y 44 años; y otro 23%, entre 45 y 54 años. Finalmente, el 16% restante de trabajadores fijos discontinuos tienen 55 años o más.
Sin embargo, en el caso de los trabajadores con entre 25 y 34 años, los que tienen contrato fijo discontinuo sólo representan un 6% del total, frente al 12% de los menores de 25 años. Es decir, que pesan el doble en los jóvenes que en el resto de grupos de edad. En términos generales, los 819.000 fijos discontinuos suponen un 5% del total de afiliados al Régimen General de la Seguridad Social, que en febrero ascendieron a 16,268 millones de personas.
Fijo discontinuo: mismos ocupados que parados
En la última rueda de prensa posterior a la publicación de los datos de afiliación y paro de febrero, los secretarios de Estado de Seguridad Social y Trabajo, Joaquín Pérez Rey y Borja Suárez, respectivamente, aseguraron que los fijos discontinuos han tocado techo al ser este febrero 1.419 menos que el año pasado. Un total de 819.632 afiliados medios tenían este tipo de contrato el pasado mes, frente a los 821.051 de febrero de 2023.
A falta de ver si se confirma esta afirmación, más allá de los 819.632 fijos discontinuos afiliados a la Seguridad Social que hubo de media, en febrero, hay otros fijos discontinuos que están inactivos y no cuentan como afiliados ni como parados (pese a poder estar cobrando una prestación). Este lunes, en la rueda de prensa se volvió a preguntar al secretario de Estado de Trabajo, Joaquín Pérez Rey, sobre ellos, pero se cerró de nuevo a desvelarlos pese a que hace un año se comprometió a hacerlo.
Fue en la primera rueda de prensa del año, el 3 de enero de 2023, cuando se preguntó por este asunto al secretario de Estado de Trabajo, Joaquín Pérez Rey, quien aseguró que "nunca se han proporcionado estos datos porque no ofrecen la suficiente garantía estadística", pero añadió: "Se están depurando y se darán cuando estén listos". Unos días más tarde, el 9 de enero, el equipo de Yolanda Díaz confirmaba el encargo a los Servicios Técnicos y al SEPE.
El discurso del Gobierno fue cambiando a lo largo del año. En la rueda de prensa celebrada en mayo, antes de las elecciones autonómicas celebradas a finales de mes, Pérez Rey aseguró que estaban a punto de publicar los datos y avanzó que lo harían previsiblemente en las ruedas de prensa de junio o julio. Sin embargo, poco después se convocaron las elecciones generales y aquello quedó en papel mojado. Desde hace meses aseguran que esto es responsabilidad de los servicios de empleo de las CCAA.
Fue la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) quien, en sus análisis trimestrales del mercado laboral junto al servicio de estudios de BBVA Research, acuñó el concepto de "paro efectivo" ante la falta de información pública. "Es probable que la evolución de los demandantes con relación laboral esté relacionada con la de los demandantes fijos discontinuos", comentó.
España ya tiene más de 700.000 personas en esta categoría de demandantes, donde se incluye tanto a los fijos discontinuos inactivos como a los afectados por un ERTE y a los que cobran prestaciones estando en situación de colaboración social. Ninguno de estos cuentan como parados. A falta de conocer el dato de febrero, que se publicará en unos días, éste seguiría cerca de 750.000 personas, lo que significaría que hay prácticamente los mismos fijos discontinuos inactivos que activos.
¿Paro estructural? El desempleo se estanca
Dicho de otra manera, si se suman estos demandantes de empleo a los 2,76 millones de parados que comunicó el Gobierno este lunes, la cifra de paro 'real' se eleva hasta las 3,5 millones de personas. El hecho de que los trabajadores con un contrato fijo discontinuo no cuenten como parados ha ayudado al Gobierno a rebajar el paro en España por debajo de los 3 millones, pero en meses con mayor dinamismo laboral está impidiendo avanzar.
Este febrero, por ejemplo, el aumento de 103.621 afiliados a la Seguridad Social, la mayor en 17 años, contrastó con el descenso moderado del paro, en 7.452 personas. ¿Por qué no baja apenas el desempleo pese a crear miles de empleos? Esto podría deberse a que algunos de los que se han incorporado a la actividad eran fijos discontinuos inactivos y, pese a dejar de ser demandantes de empleo y recuperar su empleo, ahora no mejoran el paro.
La categoría en la que el SEPE engloba al fijo discontinuo es la de demandantes de empleo ocupados. El número de personas registradas en esta categoría bajó en casi 35.000 personas en febrero, según los datos publicados este lunes, pasando del 1,238 millones a los 1,203 millones. Además, es sabido que gran parte de los fijos discontinuos se localizan en sectores como la hostelería y la educación, que es precisamente donde creció con más intensidad el empleo en febrero.
En este sentido, se preguntó este lunes a los secretarios de Estado si los 2,7 millones de parados que existen en España, y de los que se excluye a los fijos discontinuos inactivos que se mueven de la actividad a la inactividad de forma permanente, podría tratarse de un desempleo estructural. El Gobierno confirmó en cierta medida este asunto, pues aseguró que el incremento del empleo responde al aumento de la población activa; es decir, nuevos trabajadores que antes no estaban buscando el trabajo y ahora sí.
Además, hizo referencia a la reducción de la tasa de paro prevista para los próximos años, al 10%, para asegurar que no se prevé un estancamiento en el paro. Sin embargo, esa tasa de paro es la relación entre la población activa y el paro, lo que significa que si aumentan las personas ocupadas en el mercado laboral (denominador) por la contratación de trabajadores que antes no estaban buscando trabajo, la tasa de paro se reduciría automáticamente aunque no haya menos parados en España.