Un 46% de los empleos que se crearon en marzo fueron fijos discontinuos. De los 168.300 afiliados nuevos al Régimen General de la Seguridad Social respecto a febrero, 77.700 tenían este tipo de contrato. De hecho, el fijo discontinuo fue la modalidad contractual más frecuente en los nuevos puestos de trabajo, pues los indefinidos a tiempo completo crecieron en 41.400 personas y los indefinidos a tiempo parcial, en cerca de 17.700. Finalmente, hubo 16.000 afiliados más con un contrato temporal.
En términos relativos, los fijos discontinuos crecieron en marzo diez veces más que el resto de contratos. Pasaron de ser 820.000 afiliados en febrero a 898.000 en marzo, casi un 10% más. Sin embargo, los indefinidos a tiempo completo crecieron menos del 1% (al pasar de 9,496 millones a 9,537 millones), igual que los indefinidos a tiempo parcial (de 2,440 millones a 2,458 millones) y los temporales (de 1,988 millones a 2,004). Sobre el total de afiliados al Régimen General, los fijos discontinuos representan alrededor del 6% del total.
Si en vez de analizarse los datos promedio del mes se miran los del último día del mes de marzo, las cifras son muy similares. Había 945.000 afiliados con contratos fijos discontinuos, 115.000 más que un mes antes, con un incremento relativo del 14%. Estos 115.000 fijos discontinuos más representaron un 48% de todos los empleos nuevos que había en el Régimen General a cierre de marzo frente al último día del mes de febrero (242.000 nuevos).
La intermitencia de los fijos discontinuos
El hecho de que los empleos fijos discontinuos hayan crecido con más intensidad que el resto no significa necesariamente que sean puestos de trabajo nuevos. Este tipo de contrato permite al empresario desactivar al trabajador en momentos de menos actividad, dejándole sin empleo ni sueldo (incluso pudiendo cobrar una prestación por desempleo si ha cotizado lo suficiente) hasta que vuelve a ser llamado.
Pese a que el contrato sigue vigente, en esos momentos de inactividad se da de baja al trabajador en la Seguridad Social y, cuando vuelve a ser llamado, figura como una nueva alta. Esto significa que en esos casos el contrato no es nuevo, el trabajador ya mantenía una relación laboral con la empresa desde antes, pero a efectos estadísticos de comparativa mensual se le contabiliza como un nuevo afiliado.
En marzo, un mes tan marcado por la festividad de la Semana Santa y la incorporación de personal a trabajos tan estacionales como la hostelería y el turismo, es posible que gran parte de esos nuevos trabajadores fijos discontinuos hayan sido 'sacados' de la inactividad y más adelante, cuando pase la temporada alta, se les vuelva a desactivar.
Así lo anticipó el propio secretario de Estado de Seguridad Social, Borja Suarez, este martes en la rueda de prensa posterior a la publicación de los datos. "Los contratos fijos discontinuos están estabilizados y hay un comportamiento cíclico. Con toda seguridad, se puede anticipar que el número de fijos discontinuos subirá en los próximos meses para empezar a caer después", dijo el secretario de Estado.
La reforma laboral impulsada por la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, censura el contrato por obra y servicio y obliga a la conversión de temporales en indefinidos, lo que ha hecho que coja fuerza el contrato fijo discontinuo. Sin embargo, desde el Gobierno aseguran que esta modalidad ha tocado techo y su peso sobre el total de afiliados al Régimen General es menor que el año pasado.
¿Cuántos fijos discontinuos hay inactivos?
El SEPE está en el foco por la contabilización de los fijos discontinuos inactivos. Se desconoce cuántos son porque, pese a haberse comprometido el Ministerio de Trabajo hace ya más de un año a proporcionar el dato, el Servicio de Empleo Público Estatal no los desagrega. Sin embargo, se trata de una cifra clave para tratar de medir en qué medida los datos de paro son fiables, pues los fijos discontinuos inactivos se dejan fuera del paro registrado que comunica el Ministerio de Trabajo.
En la medida en que la cifra de fijos discontinuos activos (afiliados a la Seguridad Social) ha aumentado hasta las casi 900.000 personas con la reforma laboral, se sospecha que también lo habrían hecho los fijos discontinuos inactivos, lo que estaría ayudando a lucir cifras significativamente más bajas de paro registrado.
Cada mes el secretario de Estado de Trabajo, Joaquín Pérez Rey, se resiste a difundir el dato y apela a las CCAA, que son, según dice, quienes tienen los datos. Sin embargo, hace unas semanas, la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, aseguró que según el INE sólo hay 55.300 fijos discontinuos inactivos en España. Sin embargo, el INE es una encuesta y sólo los clasifica como inactivos en determinados casos, a lo que hay que sumar también a aquellos que se definen como parados.
El paro real: más que 2,7 millones de desempleados
La prueba de que los fijos discontinuos que están inactivos en España son más es que el SEPE sí publica el número de fijos discontinuos que están cobrando una prestación por desempleo, y en el último mes de febrero eran 130.000 personas. Es decir, el doble de las que dice Trabajo que hay solamente paradas. Además, hay que tener en cuenta que un número importante de inactivos no tienen derecho a prestación, por lo que estos deberían superar esas 130.000 personas.
Según los cálculos extraoficiales realizados por servicios de estudios como Fedea, BBVA Research o Randstad Research, los fijos discontinuos inactivos rondarían las 700.000 personas en España. Este dato es el de demandantes de empleo con relación laboral, donde están presentes los fijos discontinuos inactivos, los afectados por un ERTE, y los que cobran prestaciones estando en situación de colaboración social. Los dos últimos se han mantenido relativamente estables en los últimos años y tienen un peso menor.
La suma de estas 700.000 personas y los parados registrados (2,72 millones en marzo) es lo que se ha acuñado por la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) como 'paro efectivo'. De confirmarse la cifra de fijos discontinuos inactivos, el paro 'real' se aproximaría en realidad a las 3,5 millones de personas, niveles similares a los que había antes de la pandemia y de la reforma laboral.
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