La productividad por ocupado en España está un 1,6% por debajo del nivel que tenía en 2019, una bajada que más que duplica la que ha sufrido la media de la Eurozona (0,7%). El Banco de España es sólo uno de los organismos económicos que ha alertado recientemente de este problema, que lastra el crecimiento del país.
En su informe anual de 2023, el BdE advierte de que la productividad por hora trabajada ha tenido un crecimiento muy pobre en los últimos cuatro años, pero cuando se observa en términos de ocupados, se aprecia una caída. Un asunto del que también han alertado BBVA Research y Fedea.
Los servicios de estudios analizan la última década y lo comparan con la Eurozona: "La productividad por ocupado apenas ha cambiado entre 2013 y 2023 (0,7%), mientras que en la UEM ha crecido un 3,2%". La evolución más reciente no es positiva. En el último trimestre cayó un 0,2% en España mientras que en la zona euro se mantuvo.
En el último Observatorio Trimestral del Mercado de Trabajo elaborado por BBVA Research y Fedea, se apunta al motivo: la productividad por hora trabajada creció un 1% (medio punto más que en los dos trimestres anteriores), pero las horas trabajadas por ocupado cayeron en mayor medida.
De esta forma, desde BBVA Research explican que la productividad por ocupado cayó en el primer trimestre de 2024 debido a que lo hicieron las horas por trabajador, y uno de los motivos de este último hecho es el aumento del número de ocupados que no trabajaron durante la semana de referencia.
El absentismo laboral merma la productividad por ocupado
Entre los factores que explican el incremento del número de ocupados que no trabajaron en la semana de referencia está el repunte de las bajas por enfermedad, accidente o incapacidad laboral, añaden desde BBVA Research. El aumento del absentismo laboral es un problema del que están alertando las empresas, pues acarrea un coste de 135.000 millones al año.
1,3 millones de personas faltan a su trabajo cada día de forma justificada, al estar de baja por incapacidad temporal, sobre un total de 19 millones de asalariados. En 2019, antes de la crisis sanitaria, eran unas 700.000 personas; es decir, prácticamente se han duplicado aquellos que se ausentan por enfermedad, según datos de Randstad Research.
También Cepyme, la patronal de la pequeña y mediana empresa, ha puesto cifras sobre la mesa: la tasa de horas que no se trabajan es ya del 7%, casi dos puntos porcentuales por encima de la de 2018 (5,2%). En términos absolutos, las horas medias no trabajadas por asalariado han pasado de 86 horas en 2018 a 113 horas en 2023, según sus cálculos.
Si se miran sólo las horas perdidas como consecuencia de las bajas médicas, representan el 4,7% de la jornada pactada, una cifra que dobla de la 2013 (2,3%). Dicho de otra manera: un 5% de la jornada laboral contratada y pagada no se trabaja por razones médicas, el doble que hace una década. Esto tiene un impacto directo sobre la productividad y los costes, lastrando la competitividad de las empresas.
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