El apretón de manos por el H2Med parecía sellar la ‘paz’ energética entre Alemania, Francia y España. Macron y Sánchez presentaron en diciembre esta infraestructura como una forma verde de aumentar su interconexión, ayudar a Alemania a encontrar alternativas de futuro sin gas ruso y conseguir que Bruselas financiara la obra. Una ‘paz’ que se ha acabado esta semana.
Los dos socios energéticos de Sánchez le han golpeado a la vez esta misma semana. Alemania lidera la oposición a la propuesta de reforma del mercado eléctrico que envió España a mediados de enero. Un nuevo diseño que aumentaba el protagonismo en la gestión de la oferta y la demanda del mercado mayorista de electricidad.
Scholz y seis socios (Dinamarca, Estonia, Finlandia, Luxemburgo, Letonia y Países Bajos) han enviado una carta a la Comisión Europea alertando del peligro que tiene aumentar la intervención pública en el mercado. “Esta carta defiende mucho de los argumentos que manejan las empresas eléctricas españolas a la hora de criticar la propuesta de reforma del Gobierno”, explican fuentes del sector. “Es un ‘palo en la rueda’ que, de nuevo, Alemania salga públicamente a criticar una medida que lidera España”; insisten.
La carta que lidera Scholz considera que la propuesta de Sánchez no crea un marco que aporte confianza al inversor. Alemania y sus socios explican que es necesario crear un mercado predecible y robusto. También se opone a que las medidas de intervención sean un elemento permanente del diseño de mercado. El Gobierno de Scholz quiere que los principios que guíen el nuevo diseño preserve los beneficios de la integración del mercado europeo de la electricidad.
Macron defiende su nuclear
El mismo día que Alemania plantaba cara su reforma del mercado eléctrico, Macron y su Gobierno confesaban públicamente que el H2Med tenía que aceptar las nucleares si quería seguir adelante. Francia presionó en Bruselas para que se considerase ‘verde’ el hidrógeno que se produce a través de la electricidad que genera a través de la nuclear.
Francia se mostraba, en este sentido, "extremadamente preocupado" por la marcha de las negociaciones europeas que tratan la integración del hidrógeno francés generado con electricidad nuclear en los objetivos de hidrógeno verde, ya que encuentran reticencias constantes de sus socios españoles y alemanes.
No obstante, desde el sector energético español se considera a Francia como el gran vencedor del acto delegado de la Comisión Europea sobre el hidrógeno verde. Macron y los suyos habían amenazado con bloquear el hidroducto H2Med si Alemania y España no se atenían seguían boicotean las exigencias de Francia en el hidrógeno verde. Una victoria de Macron y los suyos que, desde el sector, aseguran que ahora Francia ya no bloqueará el H2Med, pero que simplemente lo convierte en innecesario.
Un proyecto que ya está presupuestado y que Bruselas lo está analizando. Las necesidades de inversión del H2Med para el tramo que conecta Barcelona con Marsella se eleva hasta los 2.135 millones de euros, que todavía está pendiente decidir la inversión correspondiente a cada país. Junto con los operadores de Portugal y Francia, Enagás presentó H2med a la convocatoria de Proyectos de Interés de Común (PCIs) europeos el 15 de diciembre, según lo anunciado por el Gobierno de España.
El proyecto apunta a una tubería para transportar hidrógeno de 455 kilómetros a 2.135 metros de profundidad. A esta infraestructura, se le añade la conexión de Celourico da Beira y Zamora (CelZa). Otros 248 kilómetros de tubería para llevar hidrógeno de Portugal a España, y viceversa, que necesita 350 millones de inversión añadidos de los que 157 millones debe asumir el Gobierno español.
Alemania se unía a este proyecto en enero. Un movimiento que se interpretaba con uno de los grandes pactos energéticos europeos. No obstante, y con lo últimos acontecimientos, parece que el pacto está lejos de cumplirse.
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