El batacazo de la Superliga ha tenido un impacto directo en los miembros de este selecto club que cotizan en Bolsa. El caso más evidente es el de la Juventus de Turín. El equipo italiano se desplomó este miércoles un 13% en el mercado italiano y su capitalización bursátil se ha reducido en 150 millones después de que los inversores conocieran la estampida de los equipos ingleses de este proyecto. Un castigo que puede trasladarse al Madrid y al Barça.
Según una estimación realizada por Vozpópuli, el equipo que preside Florentino Pérez y el que lidera Joan Laporta han reducido en 400 millones de euros su valoración en la pasada jornada. La valoración está calculada a partir de los 1.157 millones de euros con los que arrancaba la Juventus la jornada bursátil del miércoles, que supone que el mercado valora su capitalización bursátil en dos veces sus ingresos de explotación que fueron de 573 millones de euros en la última temporada completa.
Si se utiliza esta ratio, Real Madrid y Fútbol Club Barcelona tendrían un valor en Bolsa de 1.443 millones y 1.429 millones de euros respectivamente. El equipo blanco registró por ingresos de explotación un total de 715 millones de euros, mientras que los blaugranas llevaron esta cifra hasta los 708 millones.
“Con beneficios en pérdidas, la facturación es un ratio razonable”, explica, Juan Sainz de los Terreros, socio del vehículo de capital privado Udekta Corporate y experto en inversión deportiva. “Cotizar dos veces ventas no es una valoración mala si los equipos tienden a ser rentables y es la principal obsesión que debe tener los equipos de fútbol”, asegura.
190 millones por cabeza
Con el castigo bursátil del 13% que sufrió la 'Juve' tras el golpe de la Superliga, el golpe estimado para los equipos españoles se elevaría a los 190 millones este miércoles cada uno. Las estimaciones para conocer el valor en Bolsa de empresas que no cotizan se realiza, en condiciones habituales, teniendo en cuenta las veces beneficio o resultado bruto de explotación (Ebitda) por las que cotiza el sector. Aunque por la pandemia este ratio en ambos equipos está distorsionado.
Los ingresos de explotación de los clubes son los derivados de las líneas de negocio: estadio, amistosos y competiciones internacionales, televisión y marketing. Los equipos no incluyen en esta partida los ingresos obtenidos por los traspasos de jugadores cuyo resultado se refleja en otra partida de la cuenta de resultados de explotación denominada resultado por enajenación de inmovilizado.
"Los clubes han perdido hasta un 30% de sus ingresos con el coronavirus y la Superliga era un intento de este grupo de equipos de tapar esta caída", aclara Sainz de los Terreros. "Aunque esta idea ha sido 'un canto al sol', porque para mí la clave es reducir los gastos y se debe producir una restructuración del fútbol porque tiene muchas palancas para ser austero", apunta el experto.
La nueva competición se vendría "con criterios financieros de sostenibilidad". Los clubes fundadores iban a adoptar un marco de gasto y, a cambio de su compromiso, recibirán, en conjunto, un pago de una sola vez de 3.500 millones de euros. Una cuantía que era clave para estos tiempos de crisis y que los inversores han castigado tras conocerse el fracaso de este proyecto.
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