Sólo el 10,90% del nuevo empleo en 2021 fue indefinido (2,1 millones de un total de 19,4 millones de contratos), un punto más que en 2020 y 2019 y uno menos que en 2007 en el inicio de la gran crisis. Es decir, la contratación fija, a la espera de los resultados estadísticos de la nueva reforma laboral, se ha convertido en una mera utopía en al menos dos tercios de las provincias españolas, ya que 33 de ellas realizan contratos indefinidos por debajo de esa media. Lo mismo sucede con el 71% de las autonomías.
En todo caso, además de ser la capital del Estado, Madrid se ha convertido también en la capital del empleo indefinido. Es decir, en el lugar dónde más empleo estable se crea. Según los datos del Ministerio de Trabajo, la contratación fija en 2021 en esta comunidad uniprovincial alcanzó en 2021 casi el 19% (18,73% exactamente) del total del empleo creado en ese año. Se trata de un punto más que hace un año, dos puntos más que en 2019 y casi nueve puntos por encima de la media nacional. Lo que significa que en Madrid se crea casi el doble de puestos de trabajo fijos que en el resto del país ya que uno de cada cinco contratos en esta región es estable mientras que en toda España la cifra es de uno de cada diez.
De los casi 2,4 millones de contratos que se registraron en este año, unos 449.000 sirvieron para crear empleo indefinido. Supera en 31.000 a los contratos que se hicieron en Cataluña (418.000) y en 131.000 a los formulados en Barcelona (318.000). También se realizaron en Madrid 1,9 millones contrataciones temporales, que representan el 81,27% del conjunto de los contratos. Se trata de la tasa de eventuales más baja de España. A nivel provincial, detrás de Madrid se encuentra Mallorca (Baleares) con casi un 18% de empleos fijos en el total de la contratación. Y detrás aparecen: Girona (16,61%); Barcelona (15,80%), Castellón (13,47%) y Santa Cruz de Tenerife (13,09% de indefinidos).
En el furgón de cola de empleo estable se encuentra Jaén. Sólo el 2,97% de los contratos realizados en 2021 fueron indefinidos, ocho puntos por debajo de la media nacional. Durante este año se formalizaron 548.999 contratos en total, pero sólo 16.304 fueron fijos. Jaén se ha convertido además en la provincia con mayor precariedad laboral ya que el 97,03% de la contratación restante realizada fue temporal (532.695).
Huelva es la provincia que sigue a Jaén con menos contratación indefinida y a la vez con mayor contratación temporal. Se quedó en el 4,06% de fijos frente a casi el 96% de eventuales. Es decir, de los casi 460.000 contratos totales realizados, sólo 18.600 se destinaron a empleo estable.
Badajoz ocupa el tercer lugar en este ranking. Sólo el 4,57% de sus contratos fueron indefinidos (casi el 96% resultaron temporales). Inmediatamente detrás aparecen Córdoba (4,60% de contratos fijos y casi el 95% de temporales); Palencia (5,55% de indefinidos y más del 94% de eventuales); Cádiz (5,79% de fijos y más del 94% de eventuales).
Empleo indefinido por CCAA
En cuanto a las autonomías, es Extremadura la que registra un porcentaje más bajo de contratación indefinida (5,21%), es decir, menos de la mitad de la media nacional. Andalucía aparece en segundo lugar (6,28%) con todas sus provincias, salvo Almería, por debajo de esa media. Le siguen: Navarra (6,85%); Cantabria (8,12%); La Rioja (8,66%); Castilla La Mancha (8,69%); y País Vasco (9,35%) con las tres provincias por debajo del 10,90% nacional. Por su parte, con el nivel de empleo indefinido más elevado figuran Madrid (con ese casi 19%), Baleares (casi 18%), Cataluña (15,09%), Canarias (12,59%) y Comunidad Valenciana (11,23%). Llama la atención que el País Vasco, dónde abunda por ejemplo la industria, registre una tasa de contratación estable por debajo de la media nacional.
En todo caso, estas cifras no aclaran cuántos de estos empleos indefinidos son a tiempo parcial, es decir, con jornadas de sólo unas horas diarias. Se trata de otra de las variantes del aumento de la precariedad en los últimos años de la que no se ha hablado en el proceso de diálogo de los agentes sociales y el Gobierno en la nueva reforma laboral. Es decir, no se ha realizado cambio alguno para evitar el importante auge de esta nueva fórmula que no es precisamente el empleo de calidad que buscan los españoles (indefinido y a jornada completa).
En el furgón de cola del empleo estable se encuentra Jaén. Sólo el 2,97% de los contratos realizados en 2021 fueron indefinidos, ocho puntos por debajo de la media nacional
Da la sensación que lo que pretende el Ejecutivo, con la complicidad de los agentes sociales, es que mejore la estadística de los empleos indefinidos independientemente de las condiciones laborales y salariales. Casi el 38% de los 2,1 millones de contrataciones fijas (unos 800.000) en todo 2021 se han formulado sólo por unas horas. La mayoría de estos empleos proceden de la conversión en indefinidos de los contratos temporales que llegaban al límite de periodos acumulados. Es decir, los trabajadores pasan de tener una jornada completa eventual a una fija, pero parcial.
¿Por qué se produce este vaivén de empleo indefinido entre provincias y regiones? Que Madrid sea el lugar con mayor empleabilidad fija se debe en parte al efecto que tiene la capitalidad del Estado o la radicación de la Administración Central, pero también al haberse convertido en el epicentro económico y financiero nacional y probablemente empresarial con la ayuda del aterrizaje de muchas entidades procedentes de Cataluña tras el proceso independentista. Por ejemplo, Madrid ha arrebatado a Cataluña el primer lugar en el PIB regional en España.
En sentido inverso, las provincias y autonomías que generan menos empleo indefinido, y a la vez más temporal, mantienen una economía sustentada en el sector primario y en los servicios, sobre todo en la hostelería, la actividad más estacional y a la vez la más castigada por la última crisis. Llama la atención, sin embargo, que Baleares, dónde más peso tienen los servicios ligados al turismo, sea uno de los lugares con mayor tasa de indefinidos. Se debe a que en esta zona se encuentra el mayor número de trabajadores fijos discontinuos de España, que se incorporaran cuando la empresa requiere sus servicios. Se computan como trabajadores con empleo estable aunque sea intermitente.
El Ejecutivo confía en que la estadística de los indefinidos proporcione un barniz cosmético al empleo precario actual
Y precisamente el empleo indefinido discontinuo es una de las apuestas principales del Gobierno y de los agentes sociales en la nueva reforma laboral para reducir la eterna dualidad entre contratación temporal e indefinida. Es decir, el Ejecutivo confía en que la estadística de los indefinidos proporcione un barniz cosmético al empleo precario actual ya que de la reforma sobresale lo que parece un canje de los contratos temporales por obra o servicio (que desaparecen) por los de empleo fijo discontinuo (que no es otra cosa que una especie de bolsa de empleo) o la redefinición con muchos agujeros del contrato por circunstancias de la producción (representa ahora más del 53% de la contratación eventual para atender los picos de producción ) así como el de interinidad (los empleados públicos en esta situación en cinco años pasarán a ser fijos).
Está por ver que vayan a mejorar las condiciones laborales y salariales. Es decir, las modificaciones realizadas pueden convertirse en un trasvase estadístico de contrataciones temporales hacia una nueva versión de indefinidos mientras aumenta aún más el empleo fijo a tiempo parcial. Más que una reforma parece un cambio en la forma estadística de contar el empleo.
En todo caso, la mejor reforma laboral posible debería consistir en un cambio del modelo de crecimiento económico con menor peso del sector de los servicios, que es el que genera más temporalidad y menos estabilidad en el empleo. Es necesaria una mayor presencia de la industrias, sobre todo exportadora, así como de nuevas tecnologías y de empresas de mayor tamaño.
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