El caos volvía este jueves a apoderarse de Madrid, después de que el TSJM tumbara las restricciones de movilidad contra el coronavirus impuestas por el Gobierno a la Comunidad. Una noticia que generaba desconcierto no solo en los ciudadanos, a las puertas del puente festivo del 12 de octubre, sino en uno de los sectores afectados por las últimas restricciones en la región: el hostelero.
Conocido el auto, los abogados de las patronales hosteleras estudiaban su contenido para determinar si la anulación de estas medidas repercutía también en las limitaciones impuestas sobre el sector, relacionadas con aforo y horario. "La sentencia solo anula la limitación de movilidad, pero no afecta a las medidas de los locales, que siguen vigentes", explicaban los abogados de Hostelería Madrid. Desde la propia patronal, sin embargo, alertaban: "No sabemos lo que va a interpretar la Comunidad sobre las medidas".
Así, y sin contacto ninguno con la Comunidad de Madrid, los bares y restaurantes esperan el pronunciamiento oficial para saber a qué atenerse, al tiempo que temen que la nueva orden que preparan ahora Gobierno y Comunidad vuelva a trastocar las restricciones sobre el sector.
De hecho, para los hosteleros resulta determinante en el plano laboral, pues es en estas restricciones de aforo y horario en las que, junto a la de movilidad, se están basando para solicitar los nuevos ERTE por limitación de actividad, que tienen que presentar antes del 20 de octubre.
"La incertidumbre como norma"
"La noticia es un ejemplo más de la situación en la que estamos. La incertidumbre como norma. Así es cómo se están moviendo las empresas, sin ningún tipo de seguridad. Estamos intentando dar certezas en un contexto en el que ni los interlocutores son claros ni las medidas ni sus vigencias tampoco", explica la secretaria general de Marcas de Restauración, Paula Nevado, en conversación con Vozpópuli.
En este sentido, para poner en marcha los nuevos ERTE, los empresarios hosteleros -y el SEPE- se centrarán en las limitaciones impuestas al sector. No en vano, esta figura se creó específicamente para dar respuesta a empresas afectadas por restricción de actividad o de movilidad, sin necesidad de que se les imponga el cierre.
En esta línea, si la actividad no está suspendida pero sí limitada, las pymes se beneficiarán de una exoneración del 85% en octubre, el 70% en noviembre y diciembre, y del 60% en enero. Las empresas de más de 50 empleados tendrán exoneraciones del 75%, el 60%, y del 50%, respectivamente.
Beneficios en base a unas restricciones que, ahora, ya no están claras: "Las medidas de Madrid son tan volátiles que cabe preguntarse qué volatilidad van a tener los ERTE y quienes los están tramitando. Es un caos", insisten desde el sector.
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