Los grandes inversores internacionales dudan del impacto económico que para un país tienen los Juegos Olímpicos. Pero ninguno discute que para la capital que los alberga es sinónimo de burbuja inmobiliaria, especialmente, en una zona en la que la vivienda ha perdido casi un 40% de su valor desde el año 2007.
Los análisis de algunas de las casas de inversión como PriceWaterHouseCoopers, uno de los sponsors de la candidatura, han localizado 196.000 viviendas vacías que serán ocupadas en su totalidad, afirman en su informe titulado "Evolución de Madrid hacia 2020". El precio de la vivienda en la capital ha caído un 36% en el caso de la vivienda nueva y un 43% en el caso de la usada, según los datos del INE. Por ese motivo, los fondos extranjeros han comenzado a invertir en el ladrillo español otra vez.
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Ahora, con la candidatura olímpica, Barclays estima que podría haber también impacto en la obra nueva. No hay proyectos nuevos en cuatro años pero esa situación podría cambiar y tener impacto en precio, afirma la entidad.
El alquiler puede subir hasta un 25%
El mercado del alquiler también puede calentarse hasta aumentar sus precios un 25%, según los cálculos de Fotocasa. El portal inmobiliario no detalla cómo ha hecho sus cálculos pero asegura que acoger a 15.000 atletas y miembros de la organización podría afectar a los precios desde un año antes a la celebración.
Según su análisis, el encarecimiento se dejará sentir sobre todo en Madrid capital e incluso en algunos municipios de la zona. Según esa previsión, los alquileres se encarecerán más en “aquellos distritos donde se concentran las principales instalaciones deportivas, es decir San Blas, Moncloa-Aravaca y la zona de Barajas, donde también se ubicará la Villa Olímpica”.
Barcelona adelantó cuatro años su burbuja inmobiliaria
Los Juegos Olímpicos de Barcelona 92 son un precedente de cómo la cita olímpica infla el valor inmobiliario. Lo hizo hasta tal punto que la ciudad condal vivió la burbuja inmobiliaria que sacudió a España cuatro años por adelantado. Los precios de la vivienda se triplicaron entre la nominación en octubre del 86 y la celebración de los juegos en el 92: la vivienda nueva subió un 240% y la vivienda usada se disparó un 280%, según los análisis de la Universitat Autónoma de Barcelona.
Esa misma burbuja se ha vivido en las citas olímpicas celebradas en Seúl en 1988, así como en Atlanta 96 y en Sydeny 2000. Ahora la historia se prepara para repetirse.
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