"Disgusto", "malestar" son algunas de las palabras que se repiten entre los empresarios por la "esperpéntica" visita, con escenografía de peregrinación, de toda una delegación de Foment del Treball, capitaneada por su presidente, Josep Sánchez-Llibre, a Perpiñán (Francia) este lunes para reunirse con Carles Puigdemont, "un prófugo, un delincuente".
Con todo, fuentes de CEOE consultadas por Vozpópuli admiten que se les informó antes de la visita. A pesar del descontento, señalan que la patronal no puede hacer otra cosa porque son organizaciones "enteramente autónomas". Algunos sectores de la patronal auguran sin embargo que en la reunión de la Junta Directiva que se celebra el próximo miércoles se van a verbalizar las críticas. "Hay un malestar claro y se va a manifestar seguro".
De momento no se ha ido más allá y algunos destacan que aunque ellos no lo hubieran hecho, se trata de una consideración personal, no hablan en nombre de CEOE. Creen que cada uno es responsable de sus propias decisiones.
Pero a la vez, introducen varios matices. Recuerdan que no es la primera vez que Sánchez Llibre se reúne con Puigdemont, y que de hecho estuvo en Waterloo no hace mucho. Y que el líder de Junts en algún momento se va a beneficiar de la amnistía, es candidato a las elecciones y puede ser presidente de la Generalitat.
Otras fuentes tachan la visita de "desatino" y "disparate", pero entienden que Sánchez-Llibre responde ante sus socios.
CEOE y Foment están asociadas pero son independientes, no se les puede imponer, destacan. Creen que Garamendi piensa lo mismo pero que tiene poco que hacer ahí. CEOE es y debe ser muy cautelosa.
Otro sector "no" ve "razonable" que una organización empresarial vaya a ver a un perseguido por la Justicia. Aunque señalan que es cosa de Foment y admiten que son independientes, a la vez destacan que Foment forma parte y afecta a la organización.
Llueve sobre mojado
No se trata ya de que Sánchez Llibre se venga reuniendo con Puigdemont. La relación de la patronal con Foment es compleja y el proceso independentista ha causado varios quebraderos de cabeza a CEOE. Las fuentes consultadas recuerdan que el anterior presidente de CEOE, Juan Rosell, fue a visitar a Oriol Junqueras a la cárcel en octubre de 2018, lo que causó un monumental enfado en la patronal. Dijo que había ido a título personal, "no como presidente de CEOE" y que por lo tanto, la reunión "no tenía carácter institucional", además de que tenía "amistad personal" con Junqueras.
Garamendi también ha hecho declaraciones controvertidas. Primero, sobre los indultos, en una entrevista en RTVE en junio de 2021, en la que dijo: "Si las cosas se normalizan, bienvenidos sean". "Hay opiniones diversas, pero los indultos están dentro del Estado de Derecho", afirmó.
Unas declaraciones que causaron hondo malestar en CEOE y que precipitaron la ruptura del PP de Pablo Casado con la patronal. Seis meses más tarde votó en contra de la reforma laboral que avaló Garamendi. Aunque la acabó facilitando por el error en el voto de un diputado.
El pasado octubre, cuando se preparaba la investidura de Pedro Sánchez, que aprovechó un acto en CEOE para cargar contra Alberto Núñez Feijóo, voces internas presionaron a Garamendi para que fuera rotundo contra la amnistía, según desveló Vozpópuli. Y lo fue en declaraciones a los medios.
La posición de CEOE siguió sin embargo siendo criticada. El 13 de noviembre, cuatro días más tarde de que se hiciera público el pacto de investidura entre el PSOE y Junts, CEOE hizo público un duro comunicado que sin embargo no mencionaba la palabra amnistía.
"Normalidad institucional" y pacto fiscal
Foment del Treball ha informado de su reunión con Puigdemont en una nota de prensa. Dice que lo hace por "normalidad institucional" ante las elecciones autonómicas de mayo y para presentarle sus propuestas. Hasta Perpiñán se ha ido toda una delegación de ocho personas encabezada por su presidente, Josep Sánchez Llibre, y formada también por el secretario general, David Tornos, y los vicepresidentes Baldiri Ros, Mar Alarcón, Xavier Panés, Santiago García-Nieto, Josep Maria Gardeñes y Cinta Pascual. Por parte de Junts per Catalunya han participado en la reunión Jordi Turull, Albert Batet y Anna Navarro.
En el encuentro, del que ha distribuido varias fotos, aseguran que se han tratado las cuestiones que la patronal catalana ha ido destacando últimamente para el próximo contexto electoral: una fiscalidad más competitiva, la ejecución de las inversiones que el país necesita y una mayor seguridad jurídica.
Foment ya manifestó que no haría ningún debate electoral, pero que mantenía las puertas abiertas a todos las cabezas de lista para que pudieran hacer llegar sus programas.
El pasado 5 de marzo, Foment se unió a otras patronales catalanas como Pimec y el Círculo de Economía para reclamar el pacto fiscal que pedía Artur Mas en 2012, con un sistema como el Cupo vasco en el que Cataluña recaude todos los impuestos que genera y que fue el germen del procés.
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