Economía

El guiño de Rajoy a las pensiones más bajas: 12 euros más al mes y sin reforma a la vista

La dotación presupuestaria para la subida de las pensiones no acaba con las dudas sobre la viabilidad del sistema y deja una mejora que no consigue dejar atrás el debate sobre la dignidad de las prestaciones

Los Presupuestos Generales del Estado, aprobados este martes por el Gobierno en sesión extraordinaria del consejo de ministros, tendrán muy difícil la misión de acabar con el debate en torno al presente y el futuro de las pensiones. El guiño que Moncloa ha querido hacer a los beneficiarios de estas prestaciones se resume en un incremento medio de algo más de 12 euros al mes, en un entorno de revisión al alza de las cifras de crecimiento, de creación de empleo y de un incremento de la recaudación tributaria por encima del 6%.

"Estos son los Presupuestos de los pensionistas", aseguró el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, durante la rueda de prensa posterior al consejo. Al colectivo más reivindicativo de los últimos días en las calles de toda España reclamando una pensión digna añadió a "los funcionarios, los trabajadores de rentas medias y bajas y las Administraciones Públicas", los otros "agraciados" por el anteproyecto de Ley de Presupuestos que entrará la próxima semana en el Congreso para un arduo proceso de debate en busca de su aprobación.

Pero, sobre todo, eran los Presupuestos de los pensionistas, especialmente de los que menos reciben por este concepto: pensiones mínimas, no contributivas, de viudedad... En total, un colectivo cercano a los seis millones de personas, cerca de un 60% del total de pensionistas. Para ellos y para otro millón adicional que se beneficia de la reducción del IRPF para las rentas más bajas, una partida de 1.000 millones de euros en 2018. Grandes cifras que se resumen, en realidad, en un empujón que roza lo simbólico.

Los números reflejan que, teniendo en cuenta las prestaciones y los beneficiarios de cada subida el incremento medio es del 1,5%

Así será, por ejemplo, para los casi 900.000 pensionistas que cobran en la actualidad entre 700 y 860 euros en cada una de las 14 pagas que perciben al año. Ellos se llevan la parte más exigua de la subida, un 1%, con lo que verán cómo sus ingresos se incrementan en 8,5 euros en cada una de las pagas, equivalente a 10 euros al mes.

Medida cortoplacista

No salen mucho mejor parados aquellos cuya pensión no llega a los 700 euros por cada paga (1,5 millones de personas en esta situación). Para ellos, el incremento contemplado en el anteproyecto de Ley de los Presupuestos se queda en algo más de 10 euros por paga (unos 12,5 euros al mes). En realidad, los números reflejan que, teniendo en cuenta las prestaciones y los beneficiarios de cada subida, ése es el incremento medio: el 1,5%.

Los más afortunados son los perceptores de pensiones mínimas y no contributivas (cerca de 3 millones de personas), con una subida del 3%, aunque aplicada a las prestaciones más bajas del mercado.

Sin embargo, los expertos destacan que lo exiguo del incremento propuesto no es lo más negativo del apartado de los Presupuestos destinado a las pensiones. El principal problema que perciben es que se trata de una medida cortoplacista, que no aporta una solución a la crisis del sistema.

Entorno macro favorable

Precisamente, la subida de las pensiones presupuestada se produce en un contexto de revisión alcista del cuadro macroeconómico. El ministro de Economía, Román Escolano, explicó que las previsiones de crecimiento para 2018 se elevan cuatro décimas, hasta el 2,7%, y que las estimaciones de creación de empleo se mantienen en 475.000 nuevos puestos de trabajo, lo que permitiría cerrar el ejercicio con una cifra de empleados en torno a 19,5 millones, cercana a la de 20 millones que el Gobierno se ha fijado como objetivo para el final de la legislatura, es decir, para finales de 2020.

Para 2018, el anteproyecto de Ley de Presupuestos contempla un incremento de ingresos tributarios del 6%, producto precisamente de la buena marcha del empleo y de una futura mejora salarial que el ministro Montoro ha dado prácticamente por segura para el sector privado, en réplica de lo que pactó con los sindicatos para el sector público.

El incremento de las pensiones se produce en un contexto como éste pero será difícil mantener el ritmo. Incluso, algunos ya califican los Presupuestos como demasiado expansivos, teniendo en cuenta que España aún está inmersa en el procedimiento de déficit excesivo impuesto por la Comisión Europea, del que espera salir este mismo año, en palabras de Montoro.

El nuevo cuadro macroeconómico sitúa el déficit a final de 2018 en el 2,2%, es decir, en línea con los objetivos marcados por Bruselas. Otra historia será tratar de tapar el agujero de la Seguridad Social. A falta de conocer la letra pequeña del Presupuesto, la realidad es que el esfuerzo del Gobierno por contentar a los pensionistas no parece resolver un problema que amenaza con enquistarse.

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