Economía

La banca española raciona la liquidez del BCE con auténtica angustia

En espera del rescate que debería abrir los mercados, en junio apenas consumieron dinero de la facilidad de depósito. La concesión de créditos, por el momento, es una utopía. 

Las entidades financieras españolas intentan frenar el consumo de liquidez captada al 1% en el Long Term Refinancing Operation (LTRO) en el pasado mes de marzo. España fue el máximo tomador en ambas subastas, hasta un total de 277.000 millones de euros, en las que se adjudicaron algo más del billón de euros, colocando tras la resolución de las mismas hasta 88.000 millones de euros en la facilidad de depósito del Banco Central Europeo (BCE). A partir de ahí, ese dinero fue disminuyendo a marchas forzadas, pero en junio, las entidades domésticas han ralentizado el consumo.

La crisis financiera, las reformas desde Bruselas y la sequedad del mercado obligan. Los bancos guardan como oro en paño la liquidez extra del BCE, ya que la entidad que preside Mario Draghi se está resistiendo a implementar nuevas subastas.

Así, desde los 88.000 millones de marzo (por supuesto, cifra no registrada hasta la fecha), quedan sólo 27.792. En abril descendió hasta 53.404 (un 39% menos), en mayo hasta 36.829 (un 31%), pero en junio el descenso ha sido del 24%. Cada euro tiene importancia, sobre todo para las entidades medianas, que ahora mismo no tienen acceso de los mercados de financiación, ni siquiera al interbancario.

Este menor consumo de liquidez deja aun más claro, por si hacía falta, que las entidades financieras no han concedido crédito en las últimas jornadas, todo eso, a pesar de que el BCE rebajó el tipo de la facilidad de depósito al 0,25% la semana pasada, como medida disuasoria para la banca. Algo que, de momento, está lejos de ocurrir.

El sistema financiero está más que nunca en manos del banco emisor y está obteniendo la financiación en exclusiva del organismo con sede en Frankfurt. Así, la deuda total de las entidades españolas con el BCE se disparó hasta los 337.206 millones de euros en junio, lo que supone un incremento del 17% respecto a los 287.813 millones contabilizados en mayo y el tercer récord histórico consecutivo.

Draghi parece tener claro que el rescate financiero, cuyos primeros 30.000 millones de euros tienen que llegar este mes, será suficiente para abrir los mercados a la banca española. Pero de momento, están economizando la liquidez como un explorador perdido en el desierto. 

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