El próximo gobierno deberá realizar la reforma fiscal comprometida con Bruselas en el Plan de Recuperación que Pedro Sánchez no ha hecho y, en primer lugar, deberá subir los impuestos a diésel y gasolina. Es el marrón que deja un gobierno que hace gala de la transición verde y que pretendía subir la fiscalidad del diésel desde 2018 y no se atrevió a hacerlo y que, en marzo de 2022, cuando Rusia acababa de invadir Ucrania y presentaba precisamente el informe de sus expertos para la reforma fiscal, otro hito prometido a Bruselas, que detalla una catarata de subidas de impuestos verdes, advirtió de que no se haría "en el corto y medio plazo".
Pues bien, la adenda del Plan de Recuperación que el Ejecutivo acaba de remitir a Bruselas incluye un Componente 28 Adaptación del sistema impositivo a la realidad del siglo XXI en el que se plantea la reforma fiscal no realizada como un compromiso y sólo se alude claramente a que se han creado las tasas Google y Tobin, en vigor desde 2021, y los impuestos a residuos y plásticos, que han entrado en vigor en 2023 aunque estaban previstos para 2021. Y a que "se afrontarán reformas en materia de movilidad sostenible. Se revisarán las bonificaciones de los hidrocarburos utilizados como carburante". Esto es, se alude a más impuestos o subidas de impuestos a la circulación, entre las que podría caber la recuperación de los peajes, que no se mencionan en a adenda, y a un alza de la fiscalidad de gasolina y diésel, que sí se plantea, además de la de carburantes de aviones, marítimos y agrarios.
El adelanto electoral al 23 de julio implica que lo último que va a gestionar el Gobierno de Sánchez es esta adenda y la petición del cuarto pago del Plan, según ha trasladado Nadia Calviño, pero no el quinto, en el que precisamente estaban comprendidas una subida de impuestos verdes y medidas de la reforma fiscal, y que se analizaría a finales de año.
Subida de impuestos verdes de 15.000 millones
A la espera de ver cómo negocia con la Comisión el próximo ejecutivo, cabe recordar que el comité de expertos para la reforma fiscal propone una subida del diésel e impuestos verdes que asciende a un total de 15.023 millones de euros. Recomiendan un alza del diésel y la gasolina de 6.850,2 millones. Proponen una equiparación de diésel y gasolina y una subida adicional. A esto se añade un incremento de 1.960,6 millones de la accisa del gas natural; una modificación del Impuesto de Circulación que supondrá 610,8 millones más y otra del de Matriculación para reunir 2.335,1 millones más; la tributación de combustibles de la aviación, marítimos y agrarios, con un objetivo de recaudar 1.701 millones; el pago por uso infraestructuras viarias, por 1.397,9 millones, y la creación de un impuesto a los billetes de avión, que reportará 951,8 millones.
También plantean un impuesto a la extracción de áridos, por 426,4 millones; un impuesto sobre fertilizantes nitrogenados que calculan que logrará 279,9 millones, y la extensión de la fiscalidad de las emisiones, por un total de 932,3 millones.
Por último, recomiendan la creación de otros dos impuestos: uno municipal a la congestión de las ciudades y otro a la extracción de recursos hídricos, entre otros.
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