La pandemia de covid-19 ha alterado multitud de hábitos de los ciudadanos incluyendo cambios de tendencias también en los negocios. Es el caso de la venta de cosméticos. El uso obligatorio de mascarilla ha provocado una alteración en este sector, impulsando la venta de lápices de ojos, las sombras y el rímel en detrimento de las barras de labios y los coloretes.
Desde Primor confirman este cambio de tendencia y añaden que también está creciendo el interés por el cuidado de la piel a raíz de la utilización, durante muchas horas, de las mascarillas. "El continuo roce hace que nuestra piel precise mayor hidratación porque se seca mucho más, especialmente en los puntos en los que la mascarilla ejerce mayor presión", señalan desde la citada perfumería.
Las búsquedas crecieron un 52% de enero a mayo
Sobre la venta de pintalabios, desde Douglas señalan también el importante aumento que se ha registrado durante estos meses: "Al taparnos desde la nariz hasta la barbilla, lógicamente la gente apuesta más por maquillarse los ojos". Este cambio lo confirma un estudio de Captify que refleja que las búsquedas en Internet de productos de maquillaje para los ojos crecieron un 52% de enero a mayo; un porcentaje que ha seguido creciendo desde que los ciudadanos pudieron volver a las calles y al trabajo.
Sin embargo, el maquillaje de ojos no es el único que ha registrado un aumento en sus ventas. Al margen de este, el interés por los tratamientos para el cuidado del cabello ha crecido durante estos meses. "Se venden más tintes de pelo y productos para el alisado", explican desde Primor.
Ventas por Internet
Sobre otros cambios que se han producido en el sector de los cosméticos, desde Primor afirman también que con la pandemia de covid-19 han aumentado las ventas por comercio electrónico llegando a duplicarse las cifras del 2019. Aunque los clientes ya no pueden hacer uso de los probadores de productos en las tiendas, han desarrollado una serie de herramientas mediante las que los compradores pueden experimentar cuál sería el resultado final de un cosmético en su rostro, por ejemplo a través de aplicaciones de realidad virtual que funcionan "como un espejo virtual".
"Los hábitos de compra han cambiado y la crisis del coronavirus ha acelerado esta transformación", afirman en este sentido desde Douglas.
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