El Gobierno ha anunciado este jueves la bajada del IVA de las mascarillas del 21% al 4%, a pesar de ello la presidenta de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), Cani Fernández, indica que si no se suprimen los precios máximos fijados para este producto es probable que los consumidores no noten el cambio introducido por el Ejecutivo. La titular de Competencia asegura que la fijación de precios desincentiva las inversiones en la producción y relajan la rivalidad entre vendedores.
Así lo ha expresado la responsable de la CNMC en una carta dirigida la semana pasada a la responsable de Políticas Sociales del sindicato UGT, María Carmen Barrera, que recoge el diario El Mundo. Fernández considera que, una vez superados los problemas de abastecimiento de este producto, sería oportuno que el Gobierno suprimiera los precios máximos que los regulan.
Barrera solicitó a finales del pasado mes de octubre la intervención de la CNMC en el mercado para investigar por qué el precio de las mascarillas era prácticamente el mismo en todas las farmacias, ya que el precio máximo fijado por el Gobierno no es obligatorio.
La respuesta de Fernández subraya en el escrito que los precios máximos desincentivan las inversiones en la producción y relajan la rivalidad entre vendedores hasta el punto de facilitar "prácticas colusorias". "Conforme las restricciones sobre la oferta se han ido suavizando, el mantenimiento de restricciones sobre los precios máximos de venta en el medio y largo plazo puede tener un efecto contraproducente para los consumidores", explica.
Cambios en el regulador
La recién nombrada presidenta Cani Fernández ha empezado a configurar su propio equipo en la CNMC y la primera decisión es el relevo de Amelia Lobato, actual secretaria general del regulador, según fuentes consultadas por Vozpópuli. Lobato, que todavía no ha abandonado oficialmente el cargo, ocupaba el puesto desde 2017, y no ha encajado del todo con la nueva dirección.
El segundo movimiento relevante pasa por la salida de Santiago Muñoz, director de Energía, que ocupaba el cargo de manera temporal desde hace un año. Su salida, según las fuentes consultadas, estaba descontada desde hace tiempo precisamente por su estado de interinidad.
Boom de operaciones por la crisis
Estos son los primeros cambios aprobados por la presidenta desde su toma de posesión el pasado mes de junio. Cani Fernández, considerada una de las mayores expertas en Derecho de la Competencia de toda la Unión Europea, ha tomado las riendas del regulador en una etapa en la que su voz será fundamental en la oleada de rescates y operaciones que van a llegar, entre ellas la ya ha anunciada fusión de CaixaBank y Bankia. Ambas entidades todavía no han hecho la notificación oficial al regulador, pero sí lo que se conoce como pre-notificación, un proceso informal que consiste en ir enviando documentación para ir adelantando los trámites.
El nombramiento de Fernández y del vicepresidente Ángel Torres parece que también ha logrado pacificar el seno del organismo tras los años de enfrentamiento abierto entre el ya expresidente José María Marín Quemada y María Fernández, su vicepresidenta. Ahora, el regulador arranca una nueva etapa con un consejo en el que conviven consejeros propuestos por el PP, PSOE, Ciudadanos, Unidas Podemos, PNV y Esquerra.
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