Los precios de las materias primas están disparados. Por este motivo, las empresas que dependen de ellas tiemblan ante este nuevo inicio de curso. Si este tipo de materiales, básicos para cualquier producción, tienen un coste elevado, los procesos y el precio final de los productos asciende proporcionalmente.
Desde hace semanas es noticia en todos los periódicos el desorbitado precio de la luz, pero no es el único producto que ha visto cómo sus precios crecen día tras día. Raúl Mínguez, director del Servicio de Estudios de la Cámara de Comercio de España, apunta a Vozpópuli que, aparte de la electricidad y el combustible, hay otras materias primas que se están viendo perjudicadas por esta situación.
Por un lado están todos los productos que tienen que ver con la alimentación animal, como los cereales, los aceites o las grasas. Esto repercute en el precio de los piensos, por lo que los gastos para los empresarios agrícolas han aumentado considerablemente. Afrontan este inicio de curso son más gastos pero con unos ingresos muy similares a años anteriores.
También se han visto perjudicados productos como el metal, la madera y el plástico, aumentando una vez más el coste de los procesos productivos. En este sector, cualquier cosa puede influir en otra y todo forma parte de un proceso completo, de manera que esta subida de costes puede afectar incluso en el precio final para los clientes.
Es precisamente este punto el que preocupa a los empresarios. Si los precios aumentan para los consumidores, éstos estarán menos dispuestos a consumir, por lo que no podrán cubrir todos los gastos, más altos de lo habitual. Mínguez señala que "los precios de estos productos suelen tener unos márgenes de beneficio que ya eran reducidos antes de estos incrementos sostenidos". Si no cambia la tendencia, "es de esperar la situación sea insostenible para muchos productores".
La situación ya empieza a sufrirse en los mercados minoristas, donde aseguran que los productos están tardando en llegar y lo hacen con un precio más elevado de lo habitual.
Lo más preocupante para las empresas
El último informe de la consultora Tactio sobre las preocupaciones de las pymes durante este 2021 refleja que el incremento del precio de las materias primas se ha convertido en la principal (y gran) inquietud de las empresas españolas. Antes de la pandemia, lo que tenían más en cuenta los empresarios a la hora de tomar decisiones era la evolución de la competencia, los costes de producción y la dificultad para contratar.
Sin embargo, la incertidumbre y los estragos de la pandemia han provocado un cambio en la concepción de las empresas. Tras un estudio realizado sobre 373 empresas, la consultora ha determinado que el 18,99% de las empresas tienen la subida de los precios como principal preocupación, lo que choca con el 2% de años anteriores.
En el segundo puesto de asuntos que preocupan las empresas se encuentra la competencia, tradicionalmente a la cabeza, que inquieta al 16,2%. En tercer lugar se encuentra la dificultad para contratar, por lo que los costes de producción este año no se encuentran en ese 'top 3' de preocupaciones.
¿Por qué sube el precio de las materias primas?
Desde la Cámara de Comercio, Raúl Mínguez apunta que las causas de esta subida de precios son variadas.
Por un lado, están los motivos coyunturales, relacionados con “ciertos movimientos especulativos en los mercados de inversión”. Sergio Ávila, analista de mercado de IG, explica a Vozpópuli que estos movimientos especulativos se originaron después de los confinamientos, cuando las economías a nivel mundial estaban completamente cerradas. "Las reaperturas han provocado una situación completamente contraria" ya que la demanda ha aumentado tanto que ha presionado los precios al alza. Además, la esperanza por el crecimiento económico tras la llegada de las vacunas ha sido utilizada por los inversores para "comprar contratos de futuros de materias primas con la esperanza de que una mayor crecimiento".
Mínguez señala que el segundo motivo que ha propiciado la subida de precios de las materias primas es el importante aumento de la demanda de productos por parte de grandes países como China. El país asiático está recuperando poco a poco el ritmo después del descenso en el consumo derivado de la peste porcina africana que llegó al país hace más de dos años. Cuando un gigante como este solicita grandes cantidades un producto, el mercado en general se ve perjudicado.
Aparte de la inversión y de las compras de China, "la carestía en las cosechas estacionales de países clave en la producción de estas materias primas, como Argentina, Brasil, Rusia o Estados Unidos" ha provocado que haya poca cantidad de productos, aumentando de esta manera los precios.
El director del Servicio de Estudios de la Cámara ha señalado que hay una causa subyacente y de carácter más estructural que ha afectado directamente a esta subida de los precios: el aumento sostenido de la demanda mundial de alimentos, ocasionada por el aumento poblacional. Pese a que el tema sobre si el aumento demográfico es una crisis o no genera debate entre los expertos, los empresarios se están viendo perjudicados, porque cada vez son más las personas que necesitan de sus productos.
Electricidad y transportes
El último punto que ha provocado que el precio de las materias primas se dispare es la subida del precio de la electricidad, de los combustibles y de otro tipo de suministros similares. Estos inputs indispensables para cualquier tipo de producción ha creado un círculo vicioso difícil de romper.
La combinación de todo tipo de materias primas (desde productos agrícolas hasta plástico) con precios elevados, junto con el aumento del coste de otros elementos que forman parte de cualquier proceso productivo ha provocado que los empresarios afronten con temor este inicio de curso.
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