La reforma del mercado eléctrico que ha enviado España para que se estudie en la Comisión Europea crea división de opiniones. Mientras países como Alemania han señalado que el plan de Teresa Ribera tiene aspectos interesantes, las empresas europeas avisan del peligro que tiene ese diseño para su operativa.
WindEurope, el mayor ‘lobby’ eólico europeo, cargan contra la aplicación de Contratos por Diferencia (CfD) en la propuesta del Gobierno español tanto para los activos de generación de energía inframarginales nuevos como para los ya existentes. “Aunque los Contratos por Diferencia han demostrado su eficacia para ayudar a reducir el riesgo de las inversiones en energía eólica, es fundamental que no sean el único motor de las inversiones en energías renovables”, afirma esta asociación.
Una asociación que habla en nombre de gigantes europeos como Enel, EDP, EDF, Equinor o RWE. También incluye a compañías energéticas españolas como Acciona, Iberdrola, Repsol o Siemens Gamesa. Este ‘lobby’, no obstante, está de acuerdo en la necesidad de un diseño de mercado preparado para el futuro que impulse las inversiones en energías renovables y garantice la seguridad del suministro a las familias y empresas europeas.
Pero, para WindEurope, las propuestas de España están "excesivamente" centradas en la aplicación de Contratos por Diferencia (CfD). Estas empresas abogan por la contratación directa a través de contratos de compraventa de energía a largo plazo (Power Purchase Agreement, PPAs).
El sector eólico europeo defiende que hay cada vez más interés en adquirir electricidad directamente a los productores de energías renovables. El dato que ofrecen de 2022 es que se contrataron 6,6 gigavatios (GW) de energías renovables en virtud de acuerdos de compra de electricidad. La reforma del diseño del mercado de la electricidad debe aprovechar plenamente el potencial de los PPA corporativos y otras formas de contratación a largo plazo, como los CfD privados, en lugar de desplazarlos.
Debate hasta marzo
Las voces que apoyen la propuesta de Ribera y que la critiquen seguirán en las próximas semanas. La Comisión Europea tiene previsto presentar en marzo una reforma de las normas de diseño del mercado de la electricidad para contribuir a hacer frente a la crisis energética europea.
Antes de la consulta pública, España se adelantaba con un documento oficioso en el que expone sus propias propuestas de normas para el mercado de la electricidad. Parte de su justificación es crear un marco mejor para la inversión privada en energías renovables. "La actual crisis energética está poniendo a Europa a prueba. Esto no significa que los 20 años de esfuerzos por conseguir un mercado interior de la energía bien integrado deban detenerse ahora", comentan desde las empresas eólicas.
Además de facilitar los contratos a largo plazo, el sector espera que la reforma del mercado eléctrico debe dejar espacio para la innovación y las inversiones impulsadas por la dinámica del mercado. "Esto es indispensable para desbloquear las inversiones en los volúmenes necesarios para cumplir nuestros objetivos climáticos y de seguridad energética", valoran.
Más empresas protestan
La Asociación de Bienes de Equipo Eléctrico (AFBEL) y la Asociación de Empresas de Ingeniería, Montajes, Mantenimientos y Servicios Industriales (ADEMI) también han mostrado "gran preocupación" por la reforma del mercado eléctrico. Este grupo de empresas, donde están Siemens o ABB, ven que esta senda de Gobierno genera inestabilidad regulatoria.
Ambas asociaciones se suman a la reacción del sector renovable de garantizar la estabilidad regulatoria como pilar esencial para la seguridad jurídica de los inversores, ya que lo consideran "absolutamente necesaria" para disipar la amenaza que están sufriendo este tipo de inversiones.
"La falta de un marco regulatorio estable pone en peligro la llegada de las inversiones necesarias para disponer de infraestructuras eléctricas sólidas, modernas, avanzadas y altamente digitalizadas con las que afrontar situaciones extremas, tanto climáticas como otras posibles situaciones (sanitarias recientemente) que se puedan dar en el futuro", explican desde un comunicado conjunto.
Aunque la propuesta no entra en los detalles y por tanto es difícil valorar dicha afección para su negocio, ADEMI y AFBEL temen que las decisiones de inversión en nuevas instalaciones puedan verse seriamente afectadas, con el consiguiente parón de sus actividades.
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