Braulio Medel está jugando sus cartas y parece que el Gobierno no se las ve. El presidente de la Fundación Unicaja ha hecho oídos sordos a las peticiones que el Ministerio de Economía le exigió por carta y ha decidido declararse en "rebeldía", según fuentes financieras consultadas por Vozpópuli.
La estrategia de Medel pasa por aguantar lo máximo posible en el puesto y evitar cualquier consulta o investigación sobre su cargo, porque perder el puesto de presidente supondría el fin para el banquero, señala las mismas fuentes. Tanto es así, que en la reunión del Patronato convocado por las exigencias del Ministerio de Economía, Medel no ha incluido las peticiones de la Subsecretaria de Asuntos Económicos y Transformación, Amparo López Senovilla, que es la que firma la famosa misiva.
Los puntos que se tratarán en la reunión del jueves son la "Comunicación del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital" y el "acuerdo de informe sobre gobernanza de la entidad y su posterior traslado al Protectorado". Dos aspectos que distan mucho de lo exigido por López Senovilla.
Mientras que en la carta del Ministerio se habla expresamente de "encargar un informe sobre gobernanza a una entidad independiente de primer nivel y con amplia experiencia, elegida por acuerdo de todos los miembros del Patronato asistentes, que, entre otras cosas, se pronuncie expresamente sobre si D. Braulio Medel sigue reuniendo los requisitos para ostentar el cargo de patrono".
Y además, requiere "dar traslado de ese informe a este Protectorado en el plazo de dos meses, a contar desde la recepción de la presente carta, a los efectos de que se adopten las medidas oportunas", tal y como se desprende de la misiva a la que ha tenido acceso Vozpópuli, adelantada por El Confidencial.
Las dudas sobre Medel
En ese mismo escrito, Economía pone de manifiesto el "deterioro de la gobernanza de la Fundación Bancaria, lo cual tiene indudable trascendencia para la reputación de la misma" y asegura que "los problemas de gobernanza de la Fundación suponen un riesgo para la propia gobernanza de Unicaja Banco".
Esto hace que haya "serias dudas de que concurra actualmente en el Presidente de la Fundación la necesaria idoneidad y honorabilidad comercial y profesional, para el desempeño de sus funciones", enfatiza.
Las fuentes consultadas deslizan que Medel está usando la Fundación para su propio bien y que los comunicados que se emiten no responden al sentir del patronato. El banquero sabe que las represalias que puede tomar Economía pasan por la intervención y la suspensión del patronato y ese es un precio reputacional muy alto que no está dispuesto a pagar el Gobierno. Por eso se muestra muy seguro de sus actos.
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